El Azulmarino Mallorca Palma ha terminado este sábado la temporada. El equipo isleño se despedía del ansiado ascenso a la Liga Femenina Endesa después de caer en La Lobilla ante el CAB Estepona en la primera semifinal de la Final Four. Las de Alberto Antuña era arrolladas por el conjunto anfitrión en el último cuarto y decían adiós antes de tiempo a su gran objetivo (81-72).
No despertaba con buena cara el Azulmarino, que se encontraba con un 5-0 de salida y muchos problemas para producir. Igualaban pronto el partido las palmesanas con un triple de Jihyun Park, pero el Estepona, muy fino en el tiro, marcaba enseguida el territorio. María España mantenía conectadas a las mallorquinas desde la línea exterior, aunque las malagueñas, implacables, forzaban a Alberto Antuña a parar el encuentro frente a una brecha que empezaba a ser notable (18-8). Otro triple, ahora de Marina Gea, sacudía el marcador justo al cierre del primer cuarto.
El segundo parcial despegaba con un tiroteo sin filtros desde el perímetro. Vujacic disparaba primero y Aviñoa y Bettencourt respondían para revitalizar al Azulmarino antes de que Patricia Soler mantuviera el pulso a raya (27-18). Era el momento de darle un vuelo a la función y mientras Aviñoa abría el camino, emergía María España para asestar el golpe que hacía falta. Un parcial de 0-8 dejaba el encuentro al borde del reseteo y Bettencourt, con un triple que golpeaba directamente al mentón de las andaluzas, ponía el contador al cero (36-36 al descanso).
El paso por los vestuarios cargaba las baterías de las mallorquinas, que tomaban por primera vez el control del marcador gracias al acierto exterior de España y Betencourt (36-42). Sin embargo, también encendía a un Estepona que no estaba dispuesto a dejarse llevar por la corriente. Una vez por delante, el Azulmarino era víctima de un pequeño colapso solo aliviado por los buenos minutos de Park. El encuentro se igualaba en todo. El intercambio de golpes se agudizaba. Cada posesión era una guerra. Un lucha al límite (54-55 al final del tercer cuarto).
El último asalto iba a ser una tortura para las de Antuña, que habían llegado a la orilla muy enteras y tomando aire gracias a un 2+1 de Bettencourt. En el equipo local Alyssa Lawrence se ponía seria y sujetaba al Estepona de una posible caída. Las malagueñas apretaban los dientes en las dos canastas e imponían un férreo gobierno en la pintura que descosía sin remedio al Azulmarino. Ruth Sherrill y Leslie Vorphal destrozaban cualquier avance de las forasteras y situaban el partido a un altura imposible.
No se iba a dar por vencido el cuadro balear, que llamaba a la esperanza con un triple (anotaría cinco) de María España ya con el reloj marcando menos de tres minutos (72-66). Pero una antideportiva a Bettencourt y un triple de Marta Gómez bajaban la persiana y atajaban una posible reacción. La medalla del ascenso se perdía por el sumidero.
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