Los jugadores del Palmer celebran una victoria esta temporada.

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El Palmer Basket Mallorca, instalado en la cima de la clasificación, no tiene vértigo para seguir en lo más alto y quiere prolongar su estancia venciendo este sábado al Bàsquet Llíria a domicilio. No puede haber un encuentro más complicado para lograr este objetivo, ya que el conjunto valenciano es segundo con el mismo balance que el equipo de Marco Justo (11-2). El cuadro palmesano llega a la cita con mucha ambición y es conocedor del gran potencial que posee el bloque dirigido por Víctor Rubio. L’Horta Godella es el único equipo que ha derrotado al Llíria en su feudo. El Pavelló Pla de l’Arc es un fortín muy rocoso. La brillantez del club edetano también se ha plasmado lejos de su casa, solo el Palmer Basket les ha vencido cuando han sido visitantes.

El precedente entre ambas plantillas denota lo que se espera de este envite, igualdad hasta el aliento final. Los isleños remontaron una contienda que acariciaba lo imposible. Llíria aventajaba en 10 puntos a los baleares a falta de menos de tres minutos, pero el liderazgo de Joan Feliu y Alessandro Scariolo, acompañado por una versión coral afinada, le dio la vuelta al encuentro.

Marco Justo analizó cómo veía el choque. El preparador canario destacó: «Jugamos contra el otro equipo que está arriba en la clasificación, empatado con nosotros, sabemos perfectamente que están en muy buena dinámica, solo han perdido un partido en casa, van a crear un muy buen ambiente, es un encuentro para disfrutar», afirmaba el canario. El entrenador también resaltó que «tienen un bloque hecho de la temporada pasada, la clave está en la posición de base y en el juego interior, con Rivas, Godwin y Kandulu, además de otros tantos jugadores que les acompañan muy bien y que hacen el trabajo que tienen que hacer».