Desafío en Mollet

El contundente triunfo ante l’Hospitalet permitió a los mallorquines quitarse el mal sabor de boca que les había dejado el revolcón sufrido en el derbi ante el Sant Antoni, pero también sirvió para empezar a ver algunos de los pilares sobre los que se tienen que sustentar las ilusiones del proyecto de recuperar la LEB Oro.

La defensa es la obsesión del Fibwi Palma, que, consciente de su repertorio y de sus posibilidades en ataque, comenzó a dar muestras de su potencial una vez que está asentando sus conceptos defensivos. Tanto el cuerpo técnico como el vestuario tienen claro que no pueden apuntar a los 90 o 100 puntos para ganar y que necesitan mejorar atrás para sacar adelante los partidos.

La visita al Mollet supondrá un nuevo examen y el técnico Pau Tomàs lo dejaba claro en la rueda de prensa previa al encuentro. «Para ser importantes en la categoría tenemos que empezar a ganar fuera», resumía el preparador, que cree que la experiencia del pasado encuentro en Son Moix debe servir de referencia para seguir creciendo. «Empezamos a ver el equipo que queremos ser y ver como asimilan los conceptos defensivos nos hace ir con una mentalidad más agresiva y pensando que podemos lograr el primer triunfo lejos de casa».

El duelo en Mollet del Vallès no es precisamente el más propicio para estrenar el casillero de victorias como visitantes, ya que los pupilos de José María Marsá han ganado los dos encuentros que han disputado en su pabellón, donde se han habituado a elevar sus prestaciones. El calor del público es un argumento a favor de un conjunto que puede presumir interiores muy fuertes pese a no ser muy altos y una notable amenaza en el juego exterior, donde destaca la figura de un viejo conocido de la afición mallorquina como Marc Blanch. Junto al exjugador del Bàsquet Inca y Bàsquet Mallorca entre 2005 y 2010, también son importantes en el juego exterior del Mollet Marc Sesé o Imanol Martínez, que puede actuar por fuera o por dentro, donde disponen de efectivos que les dan equilibrio.