Wesley Van Beck, durante el entrenamiento de en Son Moix. | BSA

TW
1

Lo que parecía una utopía semanas atrás está a tiro, a una victoria. En un escenario y ante un rival de altura, el WiZink Center y frente al Movistar Estudiantes (este miércoles a las 20.00 horas), el Palmer Alma Mediterránea Palma tiene la oportunidad de dar un golpe de efecto a sus rivales, culminar una remontada en marcha y salir, por primera vez desde la cuarta jornada de esta temporada en la LEBOro, de las plazas de descenso. Porque, en caso de ganar a los colegiales el partido aplazado de la jornada veinte, los de Pau Tomàs y Álex Pérez (9-20) igualaran en su balance clasificatorio a Prat y Juaristi (10-20). Un triple empate en el que los baleares saldrían beneficiados.

Pero Estudiantes (22-7) se juega mucho. Nada menos que dar caza al líder, el Granada (23-7) y volver a meterse en la puja por el ascenso directo, un objetivo que hace unas semanas parecía muy lejos de la capital. Con relevo en el banquillo de por medio -Diego Epifanio sustituyó a Jota Cuspinera-, pero con un plantel plagado de calidad (Beirán, Dee, Urtasun, Larsen...) se exige una victoria que es vita para ambos.

Racha

Siete victorias en los últimos once encuentros disputados por el Palmer Palma son la carta de presentación de un equipo que llega con la baja de Kanyinda, con el refuerzo de Marc Aguiló y Xavi Andreu y sus ocho jugadores de rotación del primer equipo. Y más, las dos últimas frente a Girona y Almansa, que junto a la de Prat han reenganchado a los isleños al tren de la salvación, con el Oviedo como siguiente parada en Son Moix.

«Cada partido es una final para nosotros. El primer foco es intentar sacar nuestros partidos y luego ya miraremos al resto», aseguraba Pau Tomàs. «Vamos con la máxima ilusión de ganar el partido y luego cuando acabe ya veremos cuál es la realidad», proseguía el técnico del Palmer Palma. De la misma manera, recalcó Tomàs que «ahora mismo,    estamos en un punto en el que debemos aprovechar esa inercia positiva. El equipo ha estado siempre por encima de las individualidades». La visita más especial de la temporada puede suponer un punto de inflexión para un Palmer Palma que quiere soñar.