Robert Cosialls lanza a canasta ante la defensa del jugador del Levitec Huesca Sikiras. | Laura Becerra

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El Palmer Alma Mediterránea Palma no se rinde. La permanencia sigue estando difícil, pero el orgullo de este vestuario le llevó a recuperar su fiabilidad y mejor versión tras el grave tropiezo en Azpeitia, y con una nueva victoria coral -la sexta y la cuarta seguida en Son Moix- se mantiene vivo el grupo de Pau Tomàs y Álex Pérez, pasando por encima del colista, un Levitec Huesca que asomó la cabeza en un tercer cuarto crítico para los isleños, pero que acabó noqueado (86-61) y cediendo hasta el average directo.

Todos sumaron, hasta el canterano Xavi Andreu, que cerró el triunfo con un triple emotivo, unido al enorme trabajo defensivo de Joan Feliu. La mano de Van Beck y Brown, el empuje de Marinov, Cosialls y Kostadinov; la batuta de Pol Figueras y el trabajo enorme en la pintura de Pavelka, con la tímida aportación de Ikpeze, conformaron la fórmula de otro triunfo trabajado posesión a posesión. Y que se fraguó en un arranque de vértigo, con un 30-16 en el primer cuarto que dejó tocado al Levitec Huesca.
Dos triples de Feliu elevaron la renta balear a 19 puntos (38-19), pese a un arbitraje de nuevo para la reflexión. Se vació en defensa el Palmer para alimentar su sueño ante un rival perdido, sostenido por la clase de Xavi Rey y fogonazos puntuales hasta el descanso (47-28).

Llegó la crisis tras el descanso. Apretó el Huesca en defensa y el Palmer Palma estaba lejos de sus mejores números, en especial desde el triple, anotando nueve puntos en esos diez minutos que permitieron soñar el Levitec (56-45, min. 30). Y cuando quemaba el balón y se decidía el partido, once puntos seguidos de Elijah Brown espolearon de nuevo a los isleños, que se vieron 20 arriba (69-49). Estaba desorientado el Levitec Huesca, mientras Van Beck y Brown seguían hinchando sus números para cerrar una victoria, otra, para soñar (86-61).