El escolta estonio Kristian Kullamae posa para este diario en el Palau d’Esports de Son Moix. | M. À. Cañellas

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Es uno de los jugadores de referencia en la LEB Oro, y en sus manos se explica la gran temporada de un Palmer Alma Mediterránea Palma que se ha colado por la puerta grande en la pelea por el ascenso. El estonio Kristian Kullamae (Tallin, 1999), cedido por el San Pablo Burgos e internacional absoluto con su país, promedia 15’7 puntos, 3’5 rebotes, 2’4 asistencias y 1’2 recuperaciones en poco más de 30 minutos por partido. «A nivel individual, la temporada está siendo muy positiva. Me encuentro cómodo, los compañeros lo hacen más fácil y la dedicación de los entrenadores es algo que marca las diferencias. El secreto es el trabajo. Nada más. Día a día y con ganas de aprender», explica el escolta, el artillero de referencia dentro del Grupo B en la primera fase y segundo máximo anotador global del equipo de Álex Pérez y Pau Tomàs, además de punta de lanza de ese ránking en toda la competición.

No renuncia a nada un Kullamae que destaca del vestuario «la juventud, la profesionalidad, las ganas de aprender y la ambición. Empezamos mal. Entre lesiones y compañeros que llegaron tarde, se hacía difícil entrenar y jugar. Pero cuando estuvimos todos, la cosa cambió y empezamos a coger el ritmo que necesitábamos», proseguía el escolta, que destaca la derrota ante el Almansa como «el punto de inflexión. Ahí supimos realmente que la LEB Oro es una liga muy competitiva», señalaba el ex jugador del Canoe.

Ambiciones

La primera toma de contacto con la fase de ascenso y los equipos del otro grupo permitió a Kullamae concluir que «allí, los equipos son físicos, con plantillas de calidad, amplias y aspiraciones de subir a ACB, como Coruña o Breogán. Pero nosotros no renunciamos a nada y vamos a aprovechar la oportunidad. Vamos a disfrutar del momento, pero sin renunciar a nada. Queremos jugar los playoffs», advirtió un Kullamae erigido en uno de los líderes del vestuario del Palmer Palma.

La posibilidad de jugar en la ACB con el Burgos está sobre la mesa en la agenda de futuro de Kristian. «Pero mi presente está en Palma y vamos a trabajar para llegar lo más lejos posible», comentaba al respecto, con la ilusión de «poder demostrar mi calidad en la ACB el próximo año. Pero será una consecuencia del trabajo bien hecho. Y para ello me esfuerzo», refiere.

De la misma manera, advierte que el Palmer aspira «a dar sorpresas. Hemos logrado el objetivo de la permanencia y vamos con la idea de llegar lo más lejos posible», asevera, ensalzando el apoyo de los técnicos y el acierto de su apuesta. «Somos un equipo, pero también amigos, y eso suma», sentenció.