Imagen de un encuentro del Palmer Palma. | Redacción Deportes

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Pumarín, una cancha históricamente hostil para el primer equipo del Bahía San Agustín, debe ser un punto de inflexión para el equipo de Álex Pérez y Pau Tomàs. El Palmer Palma se exige la victoria frente al Oviedo (12 horas, LaLigaSportsTV) en su tercera incursión en la segunda fase de la LEB Oro, y tras encadenar dos derrotas consecutivas ante dos de los grandes favoritos (Leyma Coruña y Leche Río Breogán), toca revertir esa dinámica para mantener vivo el sueño de disputar las eliminatorias por el ascenso a la Liga ACB y mejorar el balance de 4-6 en un partido que cierra la primera jornada de este tramo, aplazada en su día.

Será la primera de las dos citas consecutivas lejos de Son Moix que afrontará un Palmer Palma que el domingo visitará al Destino Palencia (12 horas) en otro duelo marcado en rojo.

Ante la complejidad de los traslados, coincidiendo con la Semana Santa y el fin de semana, el Palmer Palma no volverá a la Isla, quedando instalado en la localidad vallisoletana de Íscar para evitar constantes traslados y tener cerca Palencia, última parada dentro de esta pequeña gira pascual que aguarda a los mallorquines.

Rotación

Con la única baja del interior Sidney Correia, que continúa en Palma realizando la fase final de su recuperación, Pérez y Tomàs dispondrán del resto de su arsenal -incluído Milan Suskavcevic, plenamente recuperado de su lesión en el pie- para intentar detener a un rival directo como es el Liberbank Oviedo, que ha levantado el vuelo en las últimas dos semanas, y con dos ajustadas victorias en Alicante (84-85) y Almansa (83-84) se ha colocado por delante de los baleares en la clasificación (5-5).

Por ello, el valor del triunfo en suelo asturiano se multiplicaría y permitiría a los isleños no descolgarse de las plazas que dan opción a jugar las eliminatorias de ascenso. Un objetivo marcado en rojo por el vestuario palmesano, que tendrá que hacer frente a un Oviedo que, a las órdenes de un clásico como Natxo Lezkano, maneja un plantel en el que la experiencia de Oliver Arteaga capitanea un vestuario en el que los Anthony Brown, Marc Norelia o Speight, junto al recién llegado Alonso Meana, marcan las diferencias y se erigen en principales amenazas para un Palmer Palma que quiere saldar cuentas con un rival al que le une una histórica y tensa rivalidad a lo largo de su singladura en la LEB Oro, en la que Pumarín se ha convertido en un fortín inexpugnable para los baleares.

«Hemos hecho dos días de entrenamiento poniendo el foco en los dos partidos que se nos vienen encima. No nos queda otra que mirar hacia adelante», explicaba Pau Tomàs. El técnico del Palmer Alma Mediterránea Palma espera a «un rival durísimo, que ha ido de menos a más, pero nosotros estamos trabajando bien y las victorias tienen que llegar ya. Y vamos a Oviedo a por la primera», avisó el preparador.