Serge Ibaka. | Jordi González

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El ala-pívot hispano-congoleño Serge Ibaka se estrenó ante la prensa como jugador de Los Angeles Clippers y, aunque se mostró ilusionado por este nuevo reto en la ciudad californiana, admitió que pensaba que continuaría esta temporada en las filas de los Toronto Raptors.

«Incluso en el comienzo de la agencia libre, no creía de verdad que saldría de Toronto», comentó.

«Luego tuvimos reuniones con Masai (Ujiri, presidente de los Raptors) y Bobby (Webster, gerente general del equipo). Y pareció que las cosas no estaban en la misma situación que pensaba. Incluso cuando dije muchas veces que quería seguir. Quería seguir en los Raptors, era verdad, pero en el último minuto las cosas cambiaron. La gente ve las cosas de forma diferente», detalló.

Ibaka indicó que no fue «una decisión fácil» dejar atrás el conjunto canadiense, con el que consiguió el título de la NBA en la temporada 2018-2019, pero prefirió mirar al horizonte y concentrarse en unos Clippers a los que describió como «el encaje perfecto» para él.
Ibaka, de 31 años, firmó con el equipo angelino un contrato por dos temporadas y 19 millones de dólares.

El ala-pívot llega para reforzar el juego interior de unos Clippers que vieron como Montrezl Harrell se pasaba al bando rival al incorporarse a Los Angeles Lakers.

También hubo cambio en el banquillo de los Clippers, ya que Ty Lue tomó el relevo de Doc Rivers, ahora en los Philadelphia 76ers.

Ibaka resaltó que uno de los motivos principales para desembarcar en Los Ángeles (EE.UU.) fue la posibilidad de reencontrarse con Kawhi Leonard, con quien ganó el anillo de la NBA en los Raptors.

«Me escribió y me dijo: 'Eh, ¿qué tal?'. Y yo le dije: '¿Cómo estás, hermano? Estoy de vacaciones...'. Y me dijo: 'Hermano, ¿vas a venir o no?'. Me imaginé eso con la voz de Kawhi y fue divertido», recordó Ibaka con una sonrisa.

Leonard es junto a Paul George la gran figura de unos Clippers que tratarán de superar la decepción del año anterior, cuando los Denver Nuggets les derrotaron por sorpresa en las semifinales de la Conferencia Oeste disputadas en la «burbuja» de Orlando (EEUU).