Álex Hernández intenta lanzar a canasta ante la defensa de Guillermo Ruiz. | Laura Becerra

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Un bofetada de realidad, una lección de la que aprender y lamuestra clara de que en esta LEB Oro no puedes bajar la guardia. El Real Canoe, que aterrizaba en Son Moix con una sola victoria en su casillero, asaltó el Palau y atropelló a un B the travel brand Mallorca Palma carente del ritmo, la intensidad y el acierto que mostraron durante los cuarenta minutos los madrileños.

Con un enorme déficit anotador, superados en el juego interior (especialmente en el rebote) y lejos de su mejor versión, el duelo fue una pesadilla para los hombres de Félix Alonso, que distaron años luz de su verdadera imagen y vieron frenada su racha (+7 hasta ayer) ante un rival que se destapó en un escenario a priori hostil para dar un golpe sobre la mesa y lanzar un aviso a los baleares.

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Pese a que Barac abrió con un triple el partido, soempre fue a remolque el B the travel brand. La anarquía inicial del Canoe dio paso a un baloncesto tan sencillo como efectivo. Desde la defensa, acertados desde el perímetro, ganando terreno en el rebote y sacando partido de los balones que llegan a sus interiores, fueron creciendo los madrileños, que con un parcial de 5-12 cerraban el primer cuarto por delante (18-22).

Andaba perdido y sin chispa el B the travel brand, que siguió cediendo terreno en la pintura y notó la presencia de Ander Martínez en pista para irse al descanso siete arriba (31-38). Lejos de sus mejores prestaciones, sin encontrar soluciones que no fueran más allá de los triples o acciones individuales, el cuadro balear se veía desbordado por un Canoe crecido, que se lo creía y castigaba con largas sequías anotadoras al B the travel brand, casi sentenciado al final del tercer parcial (42-54). Tocaba reaccionar, pero no llegaba el momento. Pasaban los minutos y la ineficacia ofensiva jugaba en favor del Canoe.

Entonces emergieron las figuras de Kullamae, con 14 puntos en el cuarto final, y un Alberto Martín que llevó la manija del juego. Ambos frustraron toda intentona de aproximación del grupo de Alonso, aleccionado por un rival que toma aire a su costa en una tarde para olvidar (66-78).