Löfberg defiende a Hernández durante el partido en Marín.

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El colista no fue obstáculo para un B the travel brand Mallorca Palma que encadenó su séptima victoria consecutiva (7-2) en la cancha del Marín Peixegalego (77-90) y dormirá como colíder provisional, a la espera del líder, un Palencia que cierra hoy la jornada. Los de Félix Alonso exhibieron una vez más su potente fondo de armario, su contundencia en ataque, pero también tiraron de calidad y oficio cuando el partido lo requería. Cuando los gallegos pisaron el acelerador y, acuciados por las urgencias clasificatorias, estuvieron a punto de remontar la amplia renta -hasta 17 puntos- de la que dispuso el equipo de Son Moix, en el que el liderazgo de Bivià, la mano de Bropleh y el músculo de Olumuyiwa permitieron apagar el fuego y evitar la remontada del Marín.

Echó en falta a Xavi Rey el B the travel brand. El interior se lesionó entrado el segundo cuarto y, aunque no parece revestir gravedad, Alonso optó por reservarle y no arriesgar tras aportar 11 puntos, 3 rebotes y 1 recuperación en apenas once minutos sobre el parqué. Unos números claves para explicar el arrollador arranque de los mallorquines. Un parcial de 2-21 elevó el 9-23 al electrónico, pero reaccionó el Marín, que logró amortiguar el golpe al cierre del primer parcial (17-30).

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Apoyados en Saunders, Joel Hernández y Jacobo Díaz, los gallegos volvían a apretar los dientes para reducir a nueve puntos la desventaja (28-37). Löfberg calmó las aguas, pero se perdía a Xavi Rey, aunque Bivià se encargó, con un triple balsámico, de marcar distancias en el marcador al ecuador del choque (37-48).

Pareció arrancar lanzado el B the travel brand, con un 0-6 de salida que elevaba la máxima al electrónico de A Raña (37-54, +17). Jacobo Díaz inició entonces su recital, pero encontraba respuesta en los triples de Lindqvist. Dejaba escapar el grupo de Alonso su renta hasta verse apenas tres arriba (62-65, min. 29). Bertone cerró el penúltimo acto con una canasta providencial, una bocanada de aire fresco para un Mallorca atascado, aturdido, pero que ampliaba a cinco puntos la diferencia acabado el tercer cuarto (62-67).

Tocaba sufrir, aplicarse y tirar de oficio. Del que les sobra a Bivià y Bropleh. El alero se echó el equipo a las espaldas cuando más quemaba el balón para abrir brecha, recuperar el terreno perdido. A él se unió Bivià, que ejerciendo de base le dio otro aire al grupo de Alonso, a la par que Olumuyiwa imponía su físico bajo el aro. Con un parcial de 1-11, cerrado con dos tiros libres anotados por Löfberg, el B the travel encauzó el duelo y la victoria (66-79). Otra vez Lindqvist se mostró fiable desde más allá de 6’75 (firmó 3 de 4 ayer) para sentenciar el duelo, cerrarlo a poco más de cinco minutos (68-82) y ejercer de favorito, de equipo ganador.