Álex Hernández, base del Iberojet Palma, intenta penetrar a canasta durante el partido ante el filial del Barcelona en Son Moix. | MIQUEL A. BORRÁS

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El Iberojet Palma se reencuentra en un momento clave. Lo ha hecho este sábado con su versión coral y ante un exigente Barça Lassa, al que le ha costado liquidar para sumar la octava victoria y dar un paso al frente hacia la consolidación de un bloque castigado por demasiados factores. Sin el lesionado Mikel Motos, con Jonathan Jeanne en la grada y ya fuera del club y esperando ver de nuevo al mejor Fran Guerra, los de Félix Alonso han exprimido su talento y oficio y, con ocho efectivos, han hecho disfrutar a un Son Moix que registraba la mejor entrada del curso y vibraba por momentos con el juego efectivo y espectacular, por fases de un Iberojet que encadena de nuevo dos victorias seguidas y cierra el 2018 con una sonrisa (83-76).

Pero no ha sido fácil. Un Barça Lassa físicamente inagotable, que destilaba talento desde el perímetro y resultaba letal desde más allá de 6’75 cuando el partido lo requería, obligaba al Iberojet Palma a dar lo mejor de sí ante la falta de recursos. Todos aportaban, todos sumaban, asumían la importancia del duelo y se ponían el mono de trabajo.

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El arranque ha sido brillante. Con un Gilbert infalible desde el triple (4 en el primer parcial para 21 puntos totales), el Palma se marchaba. Guerra se hacía fuerte (12 puntos, 12 rebotes, 4 asistencias y 3 recuperaciones), pero Sergi Martínez evitaba la fuga.

Con Guerra intratable bajo el aro y Barber cómodo de cinco, se crecía el Iberojet, que ha secado en ataque al Barça y se iba doce arriba (37-25, m. 15). Despertaba el Barça, pero la conexión Hernández-Gilbert cerraba el segundo acto con un respiro (44-36).

Parecía todo hecho tras otro triple de Gilbert (50-37, m. 23), pero llegaba la pájara. Un parcial de 2-15 a favor del Barça elevaba el 52-52 al electrónico y Son Moix enmudecía. Entonces, emergía un Quintela que lideraba al Palma noqueado. Infalible desde el tiro libre, robando, presionando... Su carácter levantaba el partido y permitía encarar el último cuarto ocho arriba (63-55). Ahí ha explotado el Iberojet. Cuatro triples (dos de Joan Tomàs y los de Bivià y Uclés) desorientaban al Barça, que se veía quince abajo (77-62) y se encomendaba a la mano de Sergi Martínez para lograr un imposible. El Palma tiraba de tablas y cerraba un partido y un triunfo vitales (83-76).