De pie, de izquierda a derecha: Tomeu Munar, Guillem Massot, Toni Montilla, Pep Jaume, Paco Frau, Toni Sánchez, Paco Orihuela, Pep Bisquerra, Berto Alzamora y Ramón Rosselló. Sentados, de izquierda a derecha: Tomeu Moragues, Toni Lisani (sosteniendo la camiseta de Joan Miquel Bestard), Joan Pericàs, Toni Jaume, Joan Llabrés, Pedro Durán, Pep Miquel Arbúcies, Javi Marín y Ángel Molinero, en el patio del CEIP Gabriel Janer Manila del Pla de Na Tesa, escenario de la consecución del Récord Guinness, en junio de | M. À. Cañellas

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Balón al aire. Son las 18:27 horas del 26 de junio de 1993 en la pista del colegio del Pla de Na Tesa. La idea de Guillem Massot y Ángel Molinero se convertía en realidad. El reto era jugar, de forma ininterrumpida, el partido más largo de la historia. Y entrar en el Libro Guinness.

Veinticuatro jugadores y dos equipos. Por un lado, el SYP (blanco) formado por Ángel Molinero, Miquel A. Grimalt, Toni Lisani, Antonio Montilla, Guillem Massot, Javi Marín, Toni Jaume, Bartomeu Fuster, Jaume Artigues, Paco Orihuela, Pep Bisquerra y Toni Sánchez, dirigidos por Miquel A. Morales, Jaume Balaguer y Tomeu Munar.
Por otro, el Autoescuela Kalet (azul), que integraron Pedro Durán, Paco Frau, Pedro Rigo, Joan Sastre, F. Javier Valdivieso, Berto Alzamora, José Jaume, Ramón Rosselló, Guillem Alemany, Joan Pericàs, Joan Llabrés y Joan Miquel Bestard, a las órdenes de Mateu Bordoy, Jaume Perelló y Pep Miquel Arbúcies.

La meta era batir las 25 horas y 54 minutos del Colegio Candado de Málaga. El paso de las horas hizo mella. Problemas físicos, incluso lesiones (Pep Bisquerra o Paco Frau…), además del cansancio, se acumulaban dentro y fuera de la pista.

Todo hasta que, entrada la tarde del 27 de junio, Pedro Durán lanzó el balón por encima de la reja que separaba la pista de un huerto de naranjos. Habían transcurrido 26 horas, 12 minutos y 41 segundos. Récord superado, por 18 minutos. Ganó el Autoescuela Kalet (azul), con 2677 puntos, por los 2516 del SYP (blanco). Pero lo importante era que todos se habían ganado el derecho de entrar en la historia del baloncesto mundial. En el Libro Guinness de los Récords. La notaria María José Cánaves, de Santa María, certificó que se había alcanzado la meta.

Veinticinco años después, Ultima Hora reunió al grueso de sus protagonistas. La pista del récord es hoy en día el patio de educación infantil del CEIP Gabriel Janer Manila del Pla. Abrazos, rostros de sorpresa, muchas historias que recordar y contar, tiempos pretéritos que rememorar y una cita que ha sembrado la idea de un reencuentro.

Ángel Molinero vertebró un encuentro al que se unieron dos de los técnicos, Pep Miquel Arbúcies y Tomeu Munar, y uno de los árbitros presentes, Tomeu Moragues. Dieciséis de los jugadores acudieron a la cita, en la que se recordó especialmente al fallecido Joan Miquel Bestard y ya se habló de celebrar el 30 aniversario. De nuevo en la pista.