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El español Pau Gasol, que ayer anunció su fichaje por Chicago Bulls después de siete temporadas y dos anillos en Los Angeles Lakers, reconoció que la disparidad de objetivos a corto plazo entre el equipo californiano y él había sido el motivo principal por el que había tomado la decisión de irse.

Tras una temporada difícil, en la que los Lakers no se clasificaron para la fase por el título y sumaron el doble de derrotas que de victorias, el equipo parece abocado, como mínimo, a otro año de reconstrucción. Los planes inmediatos de Gasol, de 34 años, son otros.

«No dudo que en el futuro vuelvan a ser aspirantes al anillo. Desafortunadamente, las necesidades inmediatas de los Lakers no coinciden con las mías. Le deseo lo mejor al equipo y a sus aficionados», señala Pau Gasol en un mensaje a través de su página en una red social.

Los Lakers trasladaron hace días a su ala-pívot, agente libre desde el pasado 1 de julio, una oferta de renovación por dos años y unos diez millones de dólares por cada uno. Gasol, que disponía de varias propuestas, entre ellas la de Chicago y otra similar de San Antonio, la desestimó horas antes de anunciar su fichaje por los Bulls.

«Después de mucho pensar y meditar, he decidido unirme a los Chicago Bulls. Estoy muy contento de tener la oportunidad de ser parte de una franquicia con tanta tradición y de jugar en un equipo con muchas aspiraciones, con unos fans tan apasionados», explicó el jugador catalán.

Gasol reconoció que dejar los Lakers, y la ciudad de Los Ángeles, había sido una de las decisiones «más difíciles» que había tenido que tomar en su carrera profesional. El jugador llegó a California en febrero de 2008 procedente de Memphis Grizzlies, el equipo en el que debutó en la NBA y en el que pasó casi siete años.

Su fichaje por los Lakers dio al equipo californiano lo que le faltaba: un ala-pívot muy alto de gran movilidad, excelente tiro y capacidad para ofrecer alternativas de juego a la dependencia de Kobe Bryant. La transacción fue un acierto para ambas partes. Los Lakers llegaron a la final en 2008 y ganaron el anillo en 2009 y 2010.

En su texto de despedida, Pau Gasol expresa su agradecimiento por haber coincidido durante su etapa californiana «con uno de los jugadores más buenos de la historia de la NBA, Kobe Bryant, y otros grandes compañeros», así como «de haber tenido la oportunidad de estar bajo las órdenes de uno de los mejores entrenando, Phil Jackson». Nada de su último técnico, Mike D'Antoni, con quien ha mantenido serias diferencias.

Desde una perspectiva individual, la última campaña de Gasol en Los Ángeles ha sido notable. Jugó 60 partidos a una media de 31,4 minutos, 17,4 puntos y 9,7 rebotes, cifras muy similares a las que ha registrado durante toda su carrera en la NBA. Colectivamente ha sido la peor desde su llegada, entre otras razones porque el equipo apenas pudo contar ni con Bryant ni con Steve Nash, lesionados de larga duración.

«Aunque veo un futuro muy prometedor para mí en Chicago», concluye Pau Gasol, «dejar Los Ángeles, una ciudad que quiero y un lugar donde he establecido muchas amistades y relaciones, ha sido una decisión muy difícil para mí. Mientras, doy un nuevo paso en mi carrera en la NBA, tengo mucha ilusión de jugar con los Chicago Bulls».