El alero del Real Madrid Rudy Fernández (i) intenta poner un tapón al pívot estadounidense Hilton Armstrong (c). | Efe

TW
0

Real Madrid 85 - 78 Panathinaikos

Real Madrid (22+13+24+24): Llull (15), Suárez (0), Rudy (23), Mirotic (18) y Slaughter (8) -quinteto inicial- Reyes (4), Carroll (7), Begic (2), Sergio Rodríguez (4), Draper (4) y Pocius (0).

Panathinaikos (20+24+16+18): Ukic (6), Diamantidis (13), Armstrong (0), Maciulis (6) y Panko (10) -quinteto inicial- Bramos (8), Tsartsaris (10), Kitchen (2), Skordilis (0) y Schortsanitis (23).

Árbitros: Pukl (SLO), Sahin (ITA) y Latisevs (LTA).


El Real Madrid encontró y superó hoy una buena piedra de toque ante el Panathinaikos, al que venció (85-78), en la primera jornada de la Euroliga, y que confirma el buen nivel del conjunto blanco alcanzado ya al principio de la temporada.

Frente a un conjunto que tiene en el gigante internacional Schortsanitis, de vuelta a Grecia, a un pilar muchas veces determinante en la zona, el equipo que dirige Pablo Laso, cómo no, imprimió una velocidad con la que los atenienses no pudieron al final del choque.

El Real Madrid tampoco se mostró cansado después de la reciente gira por los Estados Unidos, y Mirotic, con 18 puntos; Llull, con 15; y Rudy, con 23, fueron los más destacados, frente al campeón de la Euroliga 2011, que tuvo en Sofo Schortsanitis a su mejor hombre con 23 puntos.

De salida, el Real Madrid barrió al Panathinaikos con dos minutos magistrales de Rudy. El internacional español sumó ocho puntos, con dos triples y una de dos, y un rebote ofensivo, para obligar al entrenador Pedoulakis a pedir un tiempo muerto.

No inmediatamente, pero a la larga, el técnico griego consiguió su propósito: defender a los exteriores locales, secar a Rudy y que su estrella, Diamantidis, comenzara a ver el aro de los blancos. El equipo de Atenas no llegó a remontar antes del primer descanso, pero se quedó a dos puntos (22-20) tras los primeros diez minutos y Rudy ya con dos personales.

Con Mirotic y Carroll apagados, el Panathinaikos se creció en el segundo cuarto. Si en el primero habían sido Diamantidis y Schortsanitis los que habían mantenido a los suyos con vida, a medida que avanzaba el encuentro Bramos, Panko y Tsartsaris se sumaron al juego de los griegos para desquiciar un poco a los españoles, que veían como poco a poco los visitantes les endosaban un parcial de 24-13 para llegar al descanso nueve arriba (35-44) tras técnica de Llull.

Ni Begic, con tres personales y -7 de valoración al descanso, ni sus compañeros, podían con Sofo Schortsanitis, doce puntos y +7 de nota general, en el primer tiempo.

Con dos robos de Draper, un triple de Llull y la aparición de Mirotic, superior por momentos a Panko, y Slaughter, los blancos empataron a 46 a los 24 minutos de partido.

En poco más de cinco minutos, el Real Madrid logró un parcial de 13-2 con seis puntos seguidos de Mirotic (48-46) mientras Schortsanitis miraba con tres personales desde el banquillo.

Los mejores momentos de baloncesto estaban por llegar, Schortsanitis regresó casi al mismo tiempo que Mirotic cometió su tercera falta y Laso lo sentó. Ambos equipos empezaron a correr, con canasta triples de Rudy, Tsartsaris y Bramos, una gran agresividad en defensa, y Sofo y Slaughter colgándose del aro para llegar con todo abierto al último cuarto: 59-60 y cerrar un periodo espectacular.

La entrada de Sergio Rodríguez, con Llull de escolta, le funcionó al cuadro local, que metió todavía una marcha más. Rodríguez encontró en la defensa griega los huecos que solo él es capaz de ver hasta obtener una renta de siete puntos mediado el cuarto periodo (78-71).

Diamantidis, Schortsanitis y un gran Ukic evitaron que el Madrid decidieran antes del último minuto tras un canastón de Rudy, que puso a los suyos siete arriba (81-74) a 1:24 para el final.

Sin embargo, la falta de puntería de los exteriores del Panathinaikos ante la buena defensa local, dejó sin aprovechar dos tiros libres fallados por Llull en el último minuto, que cerró Rudy machacando el aro heleno para dar al Madrid su primera victoria continental de la temporada.