Rudy Fernández posa junto a uno de los participantes en su Campus. | Fernando Fernández

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La atracción que siente Rudy Fernández por Mallorca va más allá de justificarse por sus orígenes. El escolta internacional vuelve a disfrutar de su tierra natal en una cita especial dentro de su dilatada agenda. Más, en plena cuenta atrás hacia unos Juegos Olímpicos en los que quiere hacer de nuevo historia para el baloncesto español. El paso al frente hacia el oro y la opción de destronar a Estados Unidos están en su horizonte.

Aunque lo más inmediato pasa por recuperarse al 100% de su lesión (hernia discal) y llegar a tope a Londres. Tras ello, abrirá su nueva etapa en España vistiendo la elástica del Real Madrid, sin descartar un posible retorno a la NBA en el futuro.

Como aperitivo olímpico, los dos días de descanso que le ha dado Sergio Scariolo los pasará en Pollença, disfrutando al máximo de su Campus y de la compañía de sus más fieles admiradores, que dan forma a uno de los eventos de referencia en el deporte de la canasta en las Islas.

—Tras varios meses sin jugar, las sensaciones no pudieron ser mejores ante Francia...
—Estoy muy contento por el partido que hice, por los minutos que estuve en pista y las sensaciones en la espalda fueron inmejorables. He trabajado mucho durante estos tres meses para poder llegar lo antes y mejor posible a la selección y ante una selección muy física me encontré bien. Desde la operación no he parado y creo que para Londres podré estar a mi mejor nivel.

—Todavía es pronto, pero ¿destila la misma ambición de siempre esta selección?
—Acabamos de empezar y sólo llevamos una semana de entrenamientos. Tras dos partidos ante equipos complicados, las cosas pintan bien. Ante Francia hemos dado un paso adelante, demostrando que podemos jugar mejor y en nuestro mejor nivel y ambición no nos falta. Tenemos mucha motivación para hacer algo grande en estos Juegos.

—Serán sus terceros Juegos Olímpicos, ¿cree que pueden ser los de la consagración de esta gran generación?
—Debemos ir paso a paso. Por ahora, me estoy adaptando bien a los entrenamientos y los partidos y nos quedan bastantes días para ir mejorando y puliendo detalles. Si todo va bien, estaremos allí con la ilusión de volver a luchar por el título. Defendemos la medalla de plata y no será un objetivo fácil, pero queremos el oro. Aunque sabemos que tendremos delante a equipos de primer nivel, ya desde la fase previa, pese a que todo el mundo apunta hacia Estados Unidos. Creo que este equipo ha demostrado que puede pelear por la victoria en cualquier competición y eso es lo que haremos en Londres, pese a que somos conscientes de lo duro que va a ser y lo difícil que se presenta volver a estar en la lucha por las medallas.

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—¿Le da un plus de tranquilidad tener su futuro resuelto tras firmar por el Real Madrid?
—Buscaba estabilidad. Jugar en Estados Unidos supone algo muy importante para un jugador de baloncesto, pero sinceramente, con la lesión en la espalda, al no tener equipo, no quería llegar como ‘agente libre’ al mes de agosto y por eso opté por el Real Madrid. Creo que es la decisión más correcta y acertada. Acabaré contrato con 30 años y quién sabe si de aquí a unos años se puede volver a la NBA.

—Es decir, que volver a competir en España no supone un adiós definitivo a la NBA.
—No, es como cuando estaba en Estados Unidos y decía que no cerraba ninguna puerta. Y no lo he hecho. Ahora estoy en el Real Madrid, tengo la estabilidad que me ofrecen tres años de contrato. Allí podré jugar, tener minutos y sentirme protagonista, sentirme jugador. Con 30 años podré volver a pensar en mi futuro y es una buena edad para pensar en dar el último salto a Estados Unidos. Quién sabe... eso queda muy lejos, también hay que estar bien físicamente y para eso me esmero.

—Por la trascendencia de su fichaje, ¿siente una responsabilidad especial y añadida?
—Es así, porque el Real Madrid es un equipo grande, con enormes jugadores y con mucha historia a sus espaldas. Cuando se habla de un jugador referente, siempre sale mi nombre y yo estoy a gusto de que se hable así de mí, pero a la vez con los pies en el suelo, sabiendo que tengo que trabajar muchísimo, que hay otros equipos que se han reforzado mucho y bien, y que ni la ACB ni la Euroliga van a ser fáciles. Pero ser la referencia de un club como el Real Madrid es un orgullo. Y por eso lo daré todo para conseguir títulos.

—Si no se hubiera lesionado, ¿eso le hubiera hecho reconsiderar su regreso a Europa?
—Son cosas que pasan y que están ahí. Yo vivo el presente y no pienso en lo que podría haber pasado. Ahora mismo, la situación es la que tenemos. Tuve mala suerte de lesionarme en un momento malo, porque en Denver me sentía muy a gusto, con el entrenador (George Karl), con la franquicia... pero a raíz de la lesión, el camino que iba hacia Denver ha cambiado en dirección a Madrid.

—¿Qué opinión le merece el complicado momento por el que atraviesa el baloncesto balear?
—Justamente el otro día lo comentaba con Sergio Llull (base mahonés de la selección y futuro compañero en el Real Madrid) y la verdad es que, ahora mismo, es una situación muy difícil para los equipos de Balears, pero también para otros muchos del país. Es cierto que un equipo que debía jugar en la ACB (Menorca Bàsquet) no lo ha podido hacer y otro como el Bàsquet Mallorca lo está pasando mal, como algunos que no han podido ya seguir en competición. Pero lo bueno de Balears es que cada vez salen más jugadores jóvenes e importantes, con nivel y a tener en cuenta. A ver si en un tiempo podemos recuperar a un equipo balear en la mejor liga de Europa apoyándonos en esa cantera.

—Siempre dice que la cita con su Campus es especial por los recuerdos que le trae.
—Le he cogido mucho cariño, por los chicos y chicas que vienen, por el trabajo que se realiza para poder desarrollarlo, y por la ilusión que todos los que participan tienen. De pequeño, yo participaba en este tipo de eventos y me lo pasaba muy bien. Y ahora lo que quiero es que los que participan en el Campus se lo pasen en grande, y poder compartir con ellos estos días. El otro día, por ejemplo, hicimos un Skype y pudieron hablar con Ibaka, con Víctor Claver, con Pau Gasol, y eso les brinda la ocasión de conocer a otros jugadores de la selección.