El visitante Amador captura un rebote ante el local Odiakosa, ayer.

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MELILLA (11+30+14+34): Wachsmann (0), Mckeither (8), Devries (25), Riera (22), Almazán (0) -cinco inicial-, Odiakosa (17), Marco (0), Arco (6), Manzano (5), Suka-Umu (6).

22 de 40 en tiros de dos, 11 de 26 en lanzamientos triples y 12 de 18 en tiros libres. 42 rebotes (9 ofensivos). 12 faltas personales.

LOGITRAVEL (24+28+6+20): Green (17), Bivià (16), Justo (4), Miki García (0), Amador (5) -cinco inicial-, Whippy (10), Cabot (10) y Alonso (16). 17 de 45 en tiros de dos, 13 de 25 en lanzamientos triples y 5 de 7 en tiros libres. 33 rebotes (7 ofensivos). 16 faltas personales.

Árbitros: Morales Ruiz y Caro Salazar. Sin eliminados.

El Logitravel Mallorca cayó en la cancha del Melilla (89-78) con un resultado engañoso después de haber dominado amplias fases de un igualado choque. El cansancio de un equipo visitante mermado de efectivos y un excepcional segundo tiempo de Devries y Riera ejecutaron a los isleños.

Tras un inicio de partido marcado por la intensidad, el conjunto balear asumió el mando gracias a siete puntos consecutivos de Bivià, que firmó un parcial de 3-12. Devries permitió que los locales se acercaran sensiblemente en el marcador (7-14) a falta de cuatro minutos para la finalización del primer parcial, pero los locales toparon con un Mallorca Bàsquet inspirado en ataque y sólido en defensa.

En el segundo cuarto, los melillenses salieron con mejor predisposición defensiva. Odiakosa impuso su ley en la pintura. Pero no era suficiente, puesto que el Mallorca llevó el marcador a reflejar un 22-29, merced al gran encuentro que estaba realizando Bivia. Un triple de Suka Umu situó la ventaja balear en su punto más bajo en muchos minutos (30-33). Y en ese momento, de nuevo Bivià y Alonso lograron que la renta visitante volviera a aumentar instantes antes de la conclusión del segundo cuarto. Los pupilos de Xavi Sastre se marcharon al descanso con cinco puntos de renta (41-46).

Tras pasar por la caseta, el Melilla dio un paso al frente en todas las facetas del juego. El Melilla consiguió ponerse por delante por primera vez (53-52) en el ecuador del tercer cuarto, lo que hizo que Sastre tuviera que solicitar tiempo muerto tras encajar un parcial de 10-2. Pero un espectacular Green voteó el marcador (60-64).

Los últimos diez minutos fueron trepidantes, pero el cansancio hizo mella definitivamente en el conjunto balear. Un triple de Riera y la cuarta falta de Bivià hicieron cambiar los planes de Sastre, cosa que el conjunto melillense aprovechó para comenzar a ofrecer un recital en ataque. Devries y Riera protagonizaron un auténtico festival anotador con el que acabaron con la resistencia visitante.