El pívot del Maccabi Electra Tel Aviv, Sofoklis Schortsanitis (debajo), lucha el balón con el alero del Real Madrid, Rudy Fernández. | Efe

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Maccabi Electra 88 - 82 Real Madrid


Maccabi Electra (21+25+28+14)
: Smith (15), Eliyahu (2), Farmar (27), Ohayon (5) y Schortsanitis (16) -equipo inicial-, Papaloukas, Hendrix (7), Blu (16), Pnini, James y Langford.

Real Madrid (21+20+21+20): Rudy (13), Suárez (5), Mirotic (2), Llull (3) y Begic (4) -equipo inicial-, Tomic (2), Pocius (4), Reyes (15), Carroll (18), Rodríguez (7) e Ibaka (9).

Árbitros: Ilija Belosevic (SRB), Fernando Rocha (POR) y Anastasios Piloidis (GRE). Sergio Llull fue eliminado por cinco personales en el minuto 40.

El Real Madrid no pudo superar la maldición de La Mano de Elías, la pista del Maccabi, al caer derrotado por 88-82 después de haber fallado en defensa, los tres primeros cuartos, y de no estar acertado en el tiro.

Maccabi y Real Madrid salieron a la carrera, dispuestos a imponer sus ataques y respondiendo canasta por canasta cada acierto del rival. El empate a 10 tras los cinco primeros minutos fue un aviso de los dos equipos.

Los hebreos, impulsados por un público entregado, comenzaron a imponer su superioridad bajo los aros gracias a Schortsanitis y en el juego exterior gracias a Farmar y Blu, consiguiendo la primera ventaja de consideración, 19-13 a falta de 2 minutos para el final del cuarto.

El Madrid, lejos de volver la cara ante la adversidad, reaccionó de inmediato e igualó a 19 instantes antes del final del primer periodo que acabó con empate a 21.

Los triples salvaron en primera instancia al Real Madrid, con un Rudy acertado y con Laso probando a todos sus pívots en busca del más acertado para frenar a Shortsanitis.

El Maccabi, además, comenzó a correr y puso en evidencia algunos desajustes defensivos del Real Madrid, que ya fue todo el segundo cuarto a remolque en el marcador, buscando no distanciarse demasiado. Al descanso, el 46-41 dejaba las espadas en todo lo alto.

Dos canastas en menos de un minuto del Maccabi en la reanudación, 50-41, comenzaron a poner las cosas difíciles a un Real Madrid con problemas en el tiro y dudas en defensa.

La docena de puntos de ventaja macabea, 55-43, no tardó en llegar (min. 23) gracias al contragolpe y al flojo balance defensivo del Real Madrid, que obligó a Laso a pedir tiempo muerto para recapitular con sus jugadores.

La cuarta falta personal de Sergio Llull no hizo sino empeorar la situación, aunque los triples del Real Madrid volvieron a aparecer (Suárez, Rodríguez y Carroll) para que la diferencia no se hiciera ya insalvable. Maccabi no rehuyó el concurso de tiros lejanos y con un Smith acertado mantuvo la supremacía en el marcador al terminar el tercer cuarto, 74-62.

Con diez minutos por delante y doce puntos de desventaja, el Real Madrid salió dispuesto a no permitirse ninguna alegría defensiva más, como primera medida para intentar la remontada.

El ritmo del partido, gracias a la defensa madrileña (incluso en zona en momentos puntuales), cayó casi a plomo, pero en ataque el Real Madrid no estuvo igual de inspirado y no logró recortar diferencias (80-68, min. 36).

El acierto de Farmar en el tiro y la solidez de Schortsanitis bajo los aros fue suficiente para que la maldición de La Mano de Elias, ahora Nokia Arena, continúe para el Real Madrid un año más, y van quince.