El madridista Carlos Suárez asiste a un compañero ante Blu. | Efe - Toni Albir

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MACCABI, 82(14 18 23 27): Pargo (13), Eliyahu (1), Pnini (14), Eidson (19), Schortsanitis (16) -cinco inicial-, Hendrix (6), Sharp (3), Blu (10), Burstein (0) y Macvan (0).

REAL MADRID, 63(12 17 18 16): Tomic (17), Prigioni (9), Reyes (15), Suárez (8), Llull (9) -cinco inicial-, Mirotic (0), Rodríguez (0), Fischer (2) y Tucker (3).

Àrbitros: Luigi Lamonica (ITA), Christos Christodoulou (GRE) y Zoran Sutulovic (MNE). Sin eliminados.

El Real Madrid del menorquín Sergio Llull se quedó sin final, y sin posibilidad de engrandecer su palmarés, al perder con el Maccabi Tel Aviv por 82-63, tras un partido que dominaron los israelíes y en el que los españoles acabaron desfondados en su regreso a la elite tras quince años de ausencia.

El Real Madrid salió con la lección aprendida, fuerte atrás y concentrado, sabedor que un flojo inicio podía condenarle a las primeras de cambio. En el segundo acto comenzaron los problemas, el tercer triple sin fallo de Pnini disparó el marcador a un 20-14, que se convirtió de inmediato en un 22-14 que hizo que se encendieran todas las alarmas. El Madrid reaccionó apretando en defensa y anotando Prigioni dos triples que ayudaron a igualar el marcador.

Esperanzas

Al descanso se llegó con el partido igualado, un 32-29 para el Maccabi, y la sensación de que Schortsanitis dominaba el aro, pero que el equipo español con paciencia podía romper las defensas del Maccabi, tanto las individuales con muchas ayudas, como las de zona o falsa zona, que continuamente emplearon.

Felipe Reyes con su trabajo y anotación, junto a Tomic y Prigioni consiguieron sostener a su equipo en el marcador, mientras que los demás apenas vieron aro. En el inicio del tercer periodo llegó el segundo jaque macabeo al Madrid y al partido tras adelantarse 40-32. Llull y Prigioni con sendos triples mitigaron la urgencia, pero el Madrid estaba falto de una fuente constante de puntos, mientras Pargo fue el principal peligro del Maccabi. El gran trabajo de Reyes en defensa no fue suficiente para dar la seguridad necesaria a los francotiradores madridistas y el juego interior cada vez se puso más caro, sobre todo si Schortsanitis se encontraba en pista. A dos minutos para el final del cuarto volvió el peligro, 49-41 y más cuando Fischer cometió un error infantil, perdió un pase claro y cometió falta sobre la canasta macabea, 53-43. Al final del tercer parcial, el marcador se le ponía feo al representante del baloncesto español, 55-47. Con 60-47, el Madrid comenzó a convencerse de que la final se alejaba. El Madrid no encontró otra opción que los lanzamientos triples, que no anotó, mientras el Maccabi siguió aumentando la ventaja, 66-49. En los últimos seis minutos el Madrid no supo reaccionar. Se quedó sin nada. Y recibió una diferencia de puntos exagerada.