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El Menorca consumó ayer su descenso a LEB Oro tras la victoria del Assignia Manresa sobre Estudiantes (69-63). El grupo insular, que juega hoy ante el Bizkaia Bilbao (Bilbao Arena, 20 horas), actuará en feudo vasco con el único objetivo de sumar su octavo triunfo de la temporada e intentar escapar de la última plaza en la clasificatoria que actualmente ocupa. Por si cuaja el supuesto de que algún equipo sea expulsado de la ACB por problemas económicos. Es ese el triste consuelo que le resta a un equipo, el insular, que ni tan solo dispondrá de la ocasión de perder hoy la categoría en la pista.

Manresa no falló y convirtió en estéril la derrota sufrida por Alicante ante el Barça (76-84). El cuadro del Bages, tras un vacilante inicio ante Estudiantes (perdía por 10 al intermedio) se rehizo al cobijo de un volcado Nou Congost, y aprovechando la desastrosa velada de Caner-Medley (cero puntos para el MVP) y Jasen, y los errores de su ex jugador Oliver en el tramo decisivo por parte colegial, blindó la victoria a golpe de triple y con ello su continuidad en la liga. Por extensión, también Alicante se salva, pues se detecta imposible el triple empate con catalanes y baleares, única cábala que contemplaba su posibilidad de descenso. Así, a falta de que se celebre el grueso de la jornada 33 de Regular, Granada y Menorca son ya equipos LEB.

Afronta pues el cuadro menorquín un partido de difícil mentalización previa. Con la desazón que produce el saberse descendido, debe pugnar en cancha de un duro, durísimo adversario, que además depende de vencer hoy para definir su rango en los play offs. Al margen de los registros y objetivos (el penúltimo lugar ahora), la empresa de vencer reclamará al Menorca un esfuerzo supino.

Ganar, por honor, o por eludir el último lugar. Simplemente por eso jugará hoy el Menorca. La LEB aguarda de nuevo.