Imagen del partido disputado entre el Bàsquet Mallorca y el Palencia. | Teresa Ayuga

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BÀSQUET MALLORCA 94 PALENCIA 98 BÀSQUET MALLORCA (15+28+18+33): Joan Riera (8), Blanch (12), Green (25), Bonds (12), Amador (2) -cinco inicial-, Bivià (10), Northern (15), Llompart (0) e Israel Pampín (10).

20 de 44 en tiros de dos, 11 de 29 en lanzamientos triples y 21 de 24 en tiros libres. 27 rebotes (12 defensivos). 28 faltas personales.
PALENCIA (23+21+25+29): Camps (24), Riveiro (11), Bravo (10), Arteaga (16), Dickerson (15) -cinco inicial-, Howard Brown (3), Bustamante (0), Mirotic (10), Narros (7) y Lewis (2).

18 de 32 en tiros de dos, 8 de 22 en lanzamientos triples y 38 de 42 en tiros libres. 32 rebotes (22 defensivos). 21 faltas personales.
Àrbitros: Afonso Castillo y Quintas Àlvarez. Eliminaron con cinco faltas personales a los jugadores del Bàsquet Mallorca Amador, Bivià y Blanch y a los del Palencia Camps y Narros. Señalaron sendas antideportivas al local Bivià y al visitante Rivero.

El Bàsquet Mallorca acarició ayer un triunfo cargado de épica, pero desaprovechó la oportunidad de ponerse por delante en el marcador a pocos segundos del final y sucumbió a manos de un Palencia que elevó sus prestaciones en Inca bajo la batuta y el acierto de Camps. Los isleños cedieron un puesto a la par que su rival se alejaba del peligro.

El primer cuarto estuvo marcado por las imprecisiones y presentó un tanteo impropio de los partidos del partido del Bàsquet Mallorca. El intercambio de canastas definió la igualdad de un choque en el que los visitantes abrieron la primera brecha gracias a un parcial de 0-11 que modificó el electrónico del 15-12 al 15-23 en los dos últimos minutos.

Una salida espectacular de los locales con un parcial de 7-0 propició el 22-23 gracias a un alley-oop de Green que machacó Northern y que levantó las repletas gradas del Palau. No obstante, Camps, que fue el mejor del encuentro, enfrió los ánimos con un triple que permitió a los visitantes manejarse con leves rentas. Tan leves que los mallorquines lograron ponerse y firmar un parcial de 8-0 que suponía el 36-32 gracias a un triple Green. La mala noticia para la escuadra naranja era la tercera personal de Amador y, sobre todo, la inspiración de Dickerson, que con tres aciertos desde más alla de los 6'75 metros permitió que el Palencia se marchara al descanso con 43-44.

Tras el paso por la caseta, Green, que fue el mejor de los locales, se marchó al banquillo con tres personales y el Palencia aprovechó el desajuste para subir el nivel y abrir brecha (43-51 a 7:45 para el último cuarto y hasta 13 puntos de diferencia con 49-62 a 3:50). Un triple de José Amador y dos de Carles Bivià en los últimos compases impidieron que se rompiera el choque antes de adentrarse en los últimos diez minutos (61-69).

El Palencia no sólo tenía rentas cómodas, sino que se veía beneficiado por la eliminación de Amador y una máxima ventaja de 14 puntos que parecía definitiva (66-80 a 6.23 para el final). La reacción liderada por Green sufría un duro revés con la eliminación de Bivià con una antideportiva y una personal de Blanch que permitía a Camps encadenar cuatro puntos y elevar el 76-88 a 3:13 para el final. De nuevo los triples del estadounidense metieron al Mallorca en el partido (84-90 a 1:40). Las esperanzas locales se reactivaron a 39 segundos cuando una antideportiva de Riveiro sobre Blanch permitió que el catalán consiguiera el 92-94. No obstante, Riera cerró una noche aciaga (1 de 8 en tiros de dos y cero de 6 en triples) fallando la posesión posterior con un triple que podría haber cambiado el signo de un duelo que el Palencia ya no dejaría escapar.