Tato, en el centro, durante el primer entrenamiento en el Estadi Balear. | Pere Bota

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A las 17.12 minutos de este martes pisaba el terreno de juego del Estadi Balear José Antonio García, Tato, para iniciar el primer entrenamiento con el Atlético Baleares. Junto a él, su grupo de confianza formado por el segundo entrenador, Toni Matas, y el preparador físico Joan Valentí. El técnico palmesano tiene el difícil reto de levantar la moral y hacer mejorar el juego del equipo, que ocupa puesto de descenso. Aún quedan 15 jornadas para conclusión del campeonato y la intención de los dirigentes del club es que Tato termine la temporada, pero vistos los precedentes se antoja un deseo de no seguro cumplimento. Además, el primer compromiso con el que se va a encontrar el técnico mallorquín es ir a Castellón, segundo clasificado y con la moral por las nubes tras haber derrotado la pasada jornada al Eldense, líder del Grupo II de Primera Federación.

Tato tendrá tres días para familiarizarse con los jugadores y trasmitir las líneas maestras de su filosofía. Todo lo que sea sumar en Castalia sería todo un éxito para afrontar el siguiente encuentro en Palma contra el Amorebieta con algo más de confianza y tranquilidad. El miércoles fue un día largo en los despachos del club. Hasta primera hora de la mañana no se anunció de forma oficial la destitución de Onésimo Sánchez, y en el comunicado enviado a los medios de comunicación no se decía quién iba a ser el sustituto del técnico vallisoletano. Una hora más tarde el club informó de la contratación de José Antonio García.

El técnico mallorquín, hasta ahora a cargo del filial Santanyí toma las riendas del conjunto balearico con el objetivo de alejar al equipo de las plazas de peligro. La dirección deportiva, cuyo máximo representante en Patrick Messow, ha valorado las cualidades del entrenador mallorquín y «ha decidido premiar el buen hacer de la gente de la casa». Tato toma los mandos tras dejar al Santanyí colíder del grupo XI de Tercera RFEF, empatado a puntos con el Andratx a falta de 10 jornadas para que finalice el campeonato de. En las dos temporadas anteriores a cargo del filial balearico, el técnico clasificó al equipo para los Playoff de ascenso a Segunda RFEF en su primer año, mientras que la pasada campaña finalizó el campeonato liguero en la sexta plaza. La diferencia de goles le impidió acceder al Playoff de ascenso.


El Atlètic Baleares decidió despedir a Onésimo Sánchez por la «dinámica peligrosa» del equipo, que había logrado una victoria en los seis encuentros en los que el entrenador vallisoletano ha ocupado el banquillo blanquiazul. En los restantes cinco encuentros su bagaje fue de dos empates y tres derrotas.
En los despachos del club no se había pensado en al destitución de Onésimo hasta después del partido contra el Cornellà en Palma, que acabó con 2-3. El planteamiento de Onésimo, la alineación presentada, el mal juego desarrollado por el equipo, sobre todo en la primera parte, y las declaraciones de entrenador donde reconoció que no estaba logrando convencer a los jugadores de lo que quería fueron claves para que el propietario del club, Ingo Volkmann, le haya sentenciado tras apenas dos meses y medio en el puesto.