Xavi Calm durante un partido. | M.A. BORRÀS

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No corren buenos tiempos para el Atlético Baleares. El equipo blanquiazul no ha sabido aprovechar los dos partidos que tenía pendientes para instalarse en la nobleza –empate ante el San Fernando y derrota frente al Sanluqueño– y afronta la visita de este domingo (12.00 horas) a la Balompédica Linense como una auténtica final. De hecho, otra derrota a domicilio –ha perdido cuatro de sus cinco últimos partidos– dejaría a Xavi Calm caminando por el alambre como un funambulista.

El técnico recupera para la causa a Hugo, que podrá entrar en convocatoria pero pierde a Luca Ferrone, sancionado tras la expulsión del pasado miércoles. Tampoco podrá contar con el goleador Dioni (rotura de recto anterior) ni Damián (molestias) mientras que Jesús Álvaro se ejercitó ayer con una máscara protectora y esta mañana se probará para decidir si viaja o se espera una semana más a su reaparición tras el tremendo choque con su compañero Cordero en el duelo disputado hace diez días frente al San Fernando.

El propio Xavi Calm reconoció este viernes en sala de prensa que la dinámica del equipo «es negativa» aunque subrayó que el equipo no está peleando por el descenso y que todos los equipos «excepto tres» se cambiarían por ellos. Tampoco se siente cuestionado a pesar del run run que comienza a sonar con fuerza en el entorno blanquiazul. «El equipo acabó tocado el último partido porque teníamos muchas ganas de sumar, pero hablamos al día siguiente para mirar hacia adelante y levantarnos. Es el único camino. Con el paso de las horas he visto a un grupo con ganas, positivo y animado para revertir esta situación». Calm también analizó a La Balona. Alberto Monteagudo sustituye a la dupla Romerito-Fer Niño, destituidos por los malos resultados: «Podemos ver los partidos de otros equipos de este míster. Será un equipo seguro que competirá mucho, en un campo donde habrá que adaptarse por el viento, pero iremos a ganar porque los tres puntos son clave para seguir aspirando a todo». Calm también se mostró autocrítico con la situación. «Es una dinámica negativa, pero no podemos pensar que estamos para bajar de categoría. Los números no son buenos, pero hay que apelar a la unidad. No pienso en mí. Si lo hiciera sería una falta de respeto al equipo. Solo pienso en cómo ayudar al equipo para lograr los tres puntos. Mi situación es la menos importante y lo que importa es encontrar ahora la forma de salir de esta dinámica. No disfrutamos como antes, pero debemos quitar dramatismo y que vuelvan a jugar porque nos    hemos olvidado de jugar».