La tribuna principal del Estadi Balear en septiembre de 2019, el día que regresó el equipo a su feudo seis años después. | M.A. BORRÀS

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El Estadi Balear dispondrá el año que viene de una tribuna de sol y de un campo de entrenamiento una vez que ya dispone de la licencia general para ir culminando el proyecto de rehabilitación del histórico feudo balearico. Tres escalones de grada de córner a córner en la banda que ahora está cubierta con una gran lona publicitaria y una zona de entrenamiento de césped natural a la izquierda del fondo norte son las prioridades de la SAD blanquiazul en los próximos meses.

Aunque aún no hay plazos establecidos para desarrollar este nuevo plan, lo cierto es que en el ATB confían en que en tres meses puedan comenzar y terminarse con relativa celeridad los dos puntos preferenciales de esta nueva fase de una remodelación. Cabe destacar que los primeros derribos en el estadio comenzaron en diciembre de 2017 y la propiedad lleva invertidos más de cinco millones de euros.

La necesidad de preservar el césped natural del Estadi Balear ha motivado la construcción de un campo de entrenamiento que aligere la carga de horas que tiene que soportar el terreno de juego habitual de los hombres de Xavi Calm. La idea es disponer de una zona con dimensiones similares a las de un campo de fútbol 7 para realizar determinados ejercicios o trabajo físico que puedan adaptarse a un recinto más pequeño.

Al no disponer de campos alternativos de hierba natural para entrenar, este nueva zona aliviará el desgaste de un campo que en cualquier caso presenta unas condiciones y una gran imagen pese a ser el centro de operaciones del equipo durante toda la semana.

Aunque en verano Ingo Volckmann se mostraba reticente ante la posibilidad de avanzar en la reconstrucción del Estadi Balear, disponer de la licencia general ha abierto un nuevo escenario. No en vano los permisos se han demorado más de tres años y la propiedad no se planteaba ni a corto ni a medio plazo culminar la reforma con la tribuna de sol salvo que se produjera el salto al fútbol profesional. Sin embargo, ahora, con los permisos pertinentes, el presidente y máximo accionista ha vuelto a ilusionarse con seguir moldeando la instalación. La nueva tribuna de sol constará en principio de tres escalones y su construcción se llevará a cabo mediante la instalación de grandes bloques prefabricados, por lo que no se requeriá una gran intervención como la que tuvo lugar en la grada principal, en la que se dio prioridad a mantener la estructura original convirtiendo la reforma en muchos tramos en un trabajo casi artesanal.

El hecho de que el terreno de juego se encuentre a una altura superior a la que presenta la zona que ahora se está utilizando como aparcamiento los días de partido convierten casi en una necesidad la construcción de una nueva grada para evitar un desnivel que podría generar problemas.

Actualmente con la tribuna cubierta y las dos gradas provisionales en los fondos, el Estadi Balear cuenta con una capacidad que ronda los 4.800 asientos, por lo que la nueva zona para el público podría elevar hasta 6.000 el número de espectadores que puedan presenciar los encuentros del conjunto blanquiazul.

El proyecto vuelve a poner de relieve el compromiso de Ingo Volckmann de seguir al frente del proyecto, al menos, a medio plazo, ya que ha vuelto a hacer esfuerzo para dotar al club de las mejores condiciones tanto de trabajo para los jugadores y cuerpo técnico como de comodidades para la masa social balearica.

El apunte

Ingo Volckmann paga la reforma

El coste de la reforma del Estadi Balear sale íntegramente del bolsillo del empresario alemán desde que en diciembre de 2017 se iniciaran las obras. El feudo balearico cerró sus puertas en verano de 2013 y la asamblea de la procampo celebrada en junio de 2017 aceptó la donación de las acciones a la fundación para proceder a la reforma, que permitió al primer equipo del Atlètic Baleares volver a jugar en su histórico campo en la temporada 2019-20. El propietario de la entidad balear nunca ha ocultado su deseo de seguir con el proyecto. De momento, solo en el Estadi, ya lleva    invertidos unos 8 millones de euros, más lo que cuesta cada año el equipo.

El apunte

Ingo Volckmann paga la reforma

El coste de la reforma del Estadi Balear sale íntegramente del bolsillo del empresario alemán desde que en diciembre de 2017 se iniciaran las obras. El feudo balearico cerró sus puertas en verano de 2013 y la asamblea de la procampo celebrada en junio de 2017 aceptó la donación de las acciones a la fundación para proceder a la reforma, que permitió al primer equipo del Atlètic Baleares volver a jugar en su histórico campo en la temporada 2019-20. El propietario de la entidad balear nunca ha ocultado su deseo de seguir con el proyecto. De momento, solo en el Estadi, ya lleva    invertidos unos 8 millones de euros, más lo que cuesta cada año el equipo.