Juan Carlos Sánchez, a la derecha, durante un entrenamiento con el Atlético Baleares. | Redacción Digital

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El portero Juan Carlos Sánchez, que este jueves se desvinculaba del Atlètico Baleares, reconoce que se marcha del club blanquiazul muy dolido por la manera en la que se producía su salida y por la falta de profesionalidad con la que se ha encontrado a su alrededor. «Me he encontrado con gente mediocre y con supervivientes», asegura en alusión al entrenador Jordi Roger y al director deportivo, Patrick Messow.

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«Mi salida es la radiografía de lo que es ahora mismo el club», destaca el guardameta de Calvià, que había recalado en el Estadi el pasado verano tras jugar las dos últimas temporadas en el Numancia. «Me he quitado la espina de jugar en casa después de un montón de años fuera, pero al final el sueño se ha convertido en una pesadilla. Aunque he dado todo lo que tenía y me voy con la conciencia muy tranquila», apunta al tiempo que asume algunos de los errores que ha cometido en los partidos que ha disputado como blanquiazul y aclara que la entidad sí que ha cumplido en la rescisión de su contrato.

«En el Atlético Balears se han juntado el hambre con las ganas de comer y esto es el resultado de trabajar con gente poco competente y poco profesional», añade en unas declaraciones que podrán leer este sábado de forma íntegra en la edición de papel de Última Hora.