Los jugadores del Atlético Baleares saludan al público tras superar al Coruxo 2-0 en el Estadi Balear. | Miquel Àngel Borràs

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Hogar, dulce hogar. Es lo que siente el Atlético Baleares cuando le toca jugar ante su gente, que ya lleva un año sin ver perder a los suyos. Los blanquiazules sufrieron su última derrota en casa ante el Sabadell el 16 de septiembre y desde entonces se ha mostrado muy solvente tanto en Son Malferit como ahora en el Estadi Balear, donde firma un pleno de triunfos en tres partidos.

La victoria ante el Conquense tal día como hoy de 2018 dio el pistoletazo de salida a una gran racha de los blanquiazules, que han coleccionado 20 victorias y tres empates desde entonces. Un año sin perder un partido en casa, aunque en este período al Atlético Baleares sí le tocó morder en polvo en los playoffs de ascenso pese a no perder ningún choque. El empate ante el Racing y el insuficiente triunfo ante el Mirandés fueron los sinsabores balearicos.

La fiabilidad en casa fue clave para abrazar el campeonato del pasado curso en el grupo tercero y lo es para liderar del primero en el presente ejercicio 2019-20.

En Son Malferit el ATB, siguiendo una filosofía clara de juego y exprimiendo su adaptación a un terreno de dimensiones reducidas y hierba sintética, construyó su particular fortín. Fue el pequeño Ipurua para Manix y los balearicos, un escenario que resultaba incómodo para cualquier visitante y en el que todos sufrían. También sufrían los locales, aunque el dulce sabor de las victorias lo compensaba todo.

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El pasado curso el ATB sumó en casa 17 victorias y tres empates con 35 goles a favor y 12 en contra. El resultado más repetido fue el 1-0 (seis ocasiones), mientras que el 2-1 es el segundo marcador que más veces se dio (cuatro) reflejando que los blanquiazules resolvieron el grueso de sus encuentros por la mínima. Tres victorias por 2-0, el triunfo más amplio ante el Ejea por 4-1 y el partido ganado por 3-1 ante el Mirandés en la vuelta de la final por el ascenco fueron las únicas ocasiones en las que los balearicos disfrutaron de una ventaja superior a un gol.

La mudanza al Estadi Balear también ha resultado positiva por el momento para el Atlètic, que ya ha doblegado a Las Palmas Atlético (1-2), San Sebastián de los Reyes (3-2) y Coruxo (2-0) completando un pleno de victorias en las tres primeras jornadas del campeonato. A pesar de estar en proceso de adaptación tanto al campo como una plantilla prácticamente nueva respecto al pasado curso, el ATB ya ha dejado constancia de su premisa de hacerse fuerte en casa para estar más cerca del objetivo de pelear por el ascenso.

La derrota ante el Sabadell es la última que ha sufrido el Atlètic y la única que le ha tocado vivir a Manix Mandiola desde su llegada al banquillo balearico en febrero del año pasado. Y es que en el curso 2017-18 también fue clave la consistencia y regularidad en Son Malferit para conseguir una permanencia agónica. El técnico vasco se estrenó al frente del ATB con un empate a uno ante el Elche completando un final de temporada en el que acumuló cinco triunfos y tres empates con doce goles a favor y cuatro en contra.

Con Mandiola al frente, el ATB puede presumir de haber disputado 33 partidos en casa con un balance de 26 victorias, seis empates y una derrota que por el momento se han saldado con el objetivo de la salvación, rozar la gloria la temporada pasada y haber lucido sus galones en la presente, en la que ahora visitará al Racing de Ferrol antes de recibir dentro al Sporting B con el reto de engordar sus registros.