Los jugadores del ATB, en una imagen captada en el choque ante el Racing. | GuiemSports

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El Atlético Baleares se enfrenta esta tarde al Melilla (Son Malferit, 18:00 horas) en un encuentro sin vuelta atrás y donde precisa del triunfo para meterse en la ronda definitiva del playoff de ascenso a Segunda División A. El empate sin goles cosechado en la ida, al igual que ocurrió en Santander, es un arma de doble filo. Por una parte llegó del Municipal Alvarez Claro sin haber encajado y eso siempre es positivo; por otra parte no marcó y eso siempre supone dejar la eliminatoria al aire.

Tal vez lo más difícil de este domingo no será jugar contra el Melilla, tal vez lo más difícil sea jugar contra el más inmediato pasado. Ante el Racing también se consiguió empatar en Santander y después en Son Malferit la igualada a uno dejó KO a los blanquiazules. De lo que se trata es de superar ese trance y lo que más confianza da es la palabra de Manix, su fe en el triunfo y la garantía de que el equipo ha superado el trance y se ha metido de lleno en la competición una vez más. En Melilla sostuvo el marcador, agarró un empate ante un equipo bien trabajado y con calidad y mucha experiencia en la categoría y ahora toca echar el resto, buscar un triunfo de calidad y meter de lleno la cabeza en la final de este eterno playoff de ascenso.

Un golpe

Caer en la primera ronda supuso el lógico golpe moral entre los aficionados. Llegó el impacto al club y al vestuario, pero lo mejor fue comprobar como en Melilla esa sensación se había ya diluido y los jugadores consiguieron entrar otra vez en la competición con ganas y motivación. Hoy toca volver a echar mano de esa magia que envuelve Son Malferit esta temporada y que siempre es una inyección de moral especial para los futbolistas y el cuerpo técnico. De quien no hay que dudar es precisamente de la afición, como también de la entrega de los jugadores. Ante el Racing ambos ingredientes se dieron, pero no fue suficiente para ganar, tampoco se perdió, pero el valor doble dio el pase a los santanderinos.

Mandiola ha puesto precisamente en valor el marcador de la ida con vistas a afrontar el choque de esta jornada y así lo ha manifestado esta semana. «Todos los equipos con un 0-0 en la ida querrían jugarse la vuelta en su campo, lo cual indica que es un buen resultado, aunque claro que nos hubiera gustado ganar. Cada rival tiene su filosofía, el Racing llegó con los mejores jugadores de la categoría jugó a lo bestia y se adaptó. El Melilla será más fiel a su juego y nosotros también», explicó el técnico vasco.

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Mala noticia

La mala noticia para Manix Mandiola es lo justo que llega el equipo a este playoff. La cabeza quiere, pero las piernas en ocasiones no responden como debería. Lesiones como las de Kike López o Samuel, que es duda, unida a una plantilla en la que hay un once titular y dos cambios más, ha motivado que el grupo haya llegado justo de fuerzas y en ocasiones a la hora de levantar un partido eso es un hándicap. Lo positivo es el ímpetu, la confianza y ese pundonor especial que los futbolistas exhiben este curso y que junto a su calidad les ha llevado a terminar campeones de grupo.

En Melilla el empate a cero se consiguió gracias a un buen control del partido en la primera parte y a saber sostener posteriormente el marcador contra un equipo que buscó romper el marcador a su favor y no venir tan justo a Son Malferit.

Manix Mandiola no tiene excesivo margen de maniobra a la hora de confeccionar el once titular. La baja de Kike condiciona los laterales y Peris y Rubén se harán cargo de los mismos, lo que seguirá obligando a Villapalos a continuar en el centro de la zaga junto a Vallori. Rovirola puede jugar cerca de Fullana mientras que Canario y Hugo Díaz pueden hacerse con el juego en las alas. Marcos y Nuha se perfilan como las puntas de lanza del ataque blanquiazul.

El Melilla por su parte todo indica que permanecerá fiel a su estilo con Otegui, Alfonso y Menudo por delante de la defensa, mientras que Oscar García se perfila como el delantero de referencia. Precisamente este jugador, Óscar García ha sido el máximo artillero en el campeonato doméstico y ha sido autor de 14 goles en Liga.

El equipo de la ciudad autónoma finalizó tercero en el Grupo IV con 72 puntos, a seis del líder. En la presente temporada se enfrentó al Real Madrid en la Copa del Rey perdiendo en casa (0-4) y en el Santiago Bernabéu (6-1). Ahora llega a Son Malferit como un enemigo al que es preciso batir para seguir adelante en esta carrera por el ascenso.