Jiménez de la Espada controla el balón en el Mini Estadi. | GUIEMSPORTS/

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El calendario reclama de nuevo a un Atlètic Baleares que espera alzar definitivamente el vuelo. Tras tres jornadas consecutivas puntuando los de Manix Mandiola reciben este mediodía en su cuartel general a un Olot acampado en la zona alta del grupo que, sin embargo, no ha ganado nunca en Mallorca ni en el resto del archipiélago (Son Malferit, IB3 Televisió, 12.00 horas).

Aparentemente, la evolución del ATB es positiva. Desde que el Sabadell le sorprendió en Palma hace casi un mes ha reconstruido los muros de su defensa mientras engrasaba el motor y encadena ya tres partidos llevándose algo a la boca. Un buen balance que, en cualquier caso, requiere algo más de continuidad. Especialmente en casa. El tapete de Son Malferit debe ser la pista de despegue de los blanquiazules, situados por el momento en la franja templada de la clasificación, aunque a pocos puntos de la zona acordonada. Como local ya liquidó al Alcoyano y tomó impulso frente al Conquense, aunque su tropiezo frente al Sabadell le penalizó.

Dos descartes

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Manix Mandiola tiene donde elegir a la hora de definir su plan de asalto, ya que se ha liberado del yugo de las sanciones y la enfermería ha vuelto a vaciarse. El entrenador vasco dispone de los veinte futbolistas que conviven en el vestuario y deberá descartar a dos de ellos antes del encuentro. En principio, el técnico no alterará demasiado su discurso habitual y sus principales argumentos volverán a expandirse a partir de los tres cuartos del campo, donde debe imponerse la calidad de tipos como Canario, Fullana, Sam Shashoua o Marcos Jiménez de la Espada.

Aupado por sus jóvenes talentos, como Pep, Aspar o Alfredo y con su portería blindada por el artanenc Xavi Ginard, el Olot viaja a Palma con la moral restaurada después de golear al Badalona (4-0) y subir varios peldaños. Con la duda de Marc Cosme, pero con Roger Barnils recuperado, los catalanes buscarán otro golpe de timón fuera de casa, donde hasta el momento se han mostrado como un conjunto muy potente. En su última salida les derribó el filial del Barcelona (2-1), pero antes se habían quitado de encima a Peralada (0-1) y Conquense (0-1).

No obstante, el Olot tiene una deuda pendiente en Balears. Nunca ha ganado en terreno isleño el conjunto de la Garrotxa, que en trece visitas a la Comunitat se ha enfrentado a Manacor, Constància, Sporting Mahonés, Mallorca, Mallorca B, Llosetense, Peña Deportiva, Formentera y el propio ATB. En total, trece visitas en las que, como mucho, han recogido un empate.

En cuanto a sus enfrentamientos directos con el ATB, ha visitado en cuatro ocasiones el domicilio blanquiazul con un balance de dos derrotas en las dos primeras (ambas por 2-0 en las temporadas 2013-14 y 2014-15) y dos empates en las dos últimas (ambas por 1-1 en las campañas 2015-16 y 2017-18). «No pienso en maldiciones ni nada parecido», explicaba esta semana Raúl Garrido al respecto. «No creo en estas cosas, tenemos que huir de ellas ya que cada momento es único». Mientras tanto, el ATB confía en aprovechar las particularidades de Son Malferit para que esos números sigan en la misma línea.