El partido contra el Alcoyano fue una muestra más de la gran comunión que existe entre la afición del ATB y sus futbolistas. | Miguel Ángel Borrás

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Son Malferit vivió este domingo una tarde especial, de esas difíciles de olvidar. La afición se resignaba a arrojar la toalla y esperaba el milagro en la última jornada liguera. Debía ganar su equipo y ganar a su vez el Atlético Levante al Badalona. Con la dificultad que entrañaba esa combinación, los seguidores del Atlètic demostraron que creían en su equipo y una hora antes de que empezara el encuentro, ya no cabía un alfiler en Son Malferit. El entusiasmo se apoderó de todos los aficionados al poco de empezar la tarde porque las noticias que llegaban desde Bunyol no podían ser mejores.

El Atlético Levante marcaba a los tres minutos de juego y la grada vivía su primer momento de júbilo. Fue como si el gol lo hubiera marcado el Atlètic Balears. Tras el primero cayó el segundo y otra vez igual. Gritos de gol y a la espera de que llegara el tanto blanquiazul. Y Jurado marcó. Son Malferit enloqueció. A partir de ahí llegó el tercero del Atlético Levante y solo restaba cruzar los dedos y esperar un final sin sobresaltos en Palma.
Aulestia salvó los muebles casi sobre la bocina y con el pitido final la afición celebró con sus futbolistas un hecho que hasta hace poco parecía imposible que se produjera. Ahora espera rival.

En esta primera ronda del playoff se medriá a Racing de Santander, Toledo o Murcia. El primer partido será este próximo fin de semana en Son Malferit y la vuelta lejos de Palma.

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Josico quiere ascender y también el propietario del club, Ingo Volkmann. El trabajo ha dado sus frutos y la labor técnica y táctica del entrenador y su capacidad para que el equipo no bajara los brazos ha sido sobresaliente.
Al final del partido abrazos y lágrimas de alegría. Sobre todo las que brotaban del rostro de Pepe Gómez, delegado del ATB y que recientemente superó un problema de corazón.

El equipo le dedicó la clasificación y Pepe volvió a sentirse otra vez más arropado por todos.

Fue una tarde redonda que puede tener su continuidad en las próximas semanas. Hoy conocerá a su primer rival y la afición ya sueña con prolongar este estado de gracia durante muchas semanas más.