El Atlètic ha recuperado credibilidad con dos victorias consecutivas. El equipo de Ziege aguarda al líder convencido de sus opciones de éxito. | Guillermo Sanchez Garcias

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Dubitativo y con el nivel de fiabilidad bajo mínimos durante un buen tramo del curso, el ATB parece haber agarrado la brújula. Dos victorias después —Cornellà y Gavà—, la escuadra blanquiazul ha retomado el pulso a la competición y enfoca su primer gran reto de la temporada —el líder Barça B visita Son Malferit— como una oportunidad única para realimentar sus opciones de pelear por el ascenso.

Instalado durante un buen puñado de jornadas en tierra de nadie, el Atlètic ha emergido tras tocar fondo ante el Mallorca B. El equipo de Ziege, a pesar de sumar un empate (0-0), exhibió su peor registro en el derbi y se proyecto como un equipo que arrastraba problemas en todas la líneas. Unos pocos días antes, David Sánchez, una de las grandes referencias del proyecto, había fijado su nueva residencia en Murcia y el pesimismo envolvía al ATB.
La temperatura del vestuario tampoco era la adecuada y el cuestinado Ziege evidenció su distanciamiento con algunos futbolistas. Tete, una de las incorporaciones que más habían brillado en el arranque de la competición, había sido relegado a un papel secundario. De hecho, el exfutbolista del Atlético no fue ni convocado para el partido en Son Bibiloni, un detalle que acabó propiciando la intervención del propietario Ingo Volckmann.

Casi todo empezó a cambiar tras el intercambio de golpes con su vecino. Un trabajado triunfo sobre el Cornellà elevó la moral de la tropa, aunque fue en Gavà donde el ATB se percató de que alcanzar el playoff había dejado de ser una quimera.

El retorno de Quique López y el paso al frente de gente como Xisco Hernández, Francesc Fullana o el capitán Esteban han alterado el rostro del ATB. El núcleo mallorquín se está reivindicando en las últimas jornadas y el Atlètic empieza a ser un equipo reconocible.

Presentación

Por otra parte, el Atlètico Balears presentó este jueves, en la peña balearica Bar Blanquerna 65, a su cuarta y última incorporación durante el mercado de inverno, Louis Robles. «Estoy muy contento de poder jugar en España y tengo ganas de marcar muchos de goles. Mi padre es español y siempre había tenido el suelo de jugar en este país», explicaba el nuevo futbolista blanquiazul.

El acto contó con la presencia de una treintena de aficionados y de jugadores de la primera plantilla como Esteban, Xisco, Fullana, Vich, Guasp y Vallori.