Imagen de la junta general de accionistas del Atlètic Balears celebrada ayer en las instalaciones de la Federació Balear de Petanca.

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El Atlètic Balears salvó ayer una situación límite. Tras casi dos horas de reunión, la junta general de accionistas de la SAD blanquiazul dio forma a un nuevo consejo de administración para evitar la disolución a la que se veía abocado después de que el órgano estuviera sin representantes tras las sucesivas dimisiones de sus integrantes.

El responsable del fútbol base, Joan Palmer, asumió el mando de las operaciones de un grupo que completan Toni Arnaiz, Sion Rotger, Gori Matamalas y Joan Mascaró. Ante la ausencia de candidaturas, fueron los cinco que dieron un paso al frente para ejercer una función que no contempla responsabilidades ejecutivas o económicas y sí una labor de representación.

El día a día, es decir, las decisiones que afectan al club, están en manos del administrador concursal, Demetrio Madrid, que tomó parte de la reunión junto a los abogados Daniel Fiol y Toni Bennàssar y el economista Joan Lluís Vives. Madrid y el nuevo consejo trabajarán para dar continuidad a la entidad y su primera cita trascendente será con la Federació de Futbol de les Illes Balears para dar a conocer la problemática de la entidad y negociar el proceso a seguir para las inscripciones de equipos y la tramitación de fichas teniendo en cuenta el escenario económico.

Tras presentar el proceso de reconversión en SAD y analizar los detalles económicos de los últimos ejercicios, que fueron aprobados por unanimidad, el principal escollo de la junta residió en unos nombramientos que contaron con el respaldo de los principales accionistas, Fernando Crespí y Tolo Cursach, presentes en el cónclave y cuyas aportaciones han cubierto el grueso del déficit de campañas pasadas con gastos superiores al millón de euros en la 2011-12 y 12-13.

La junta general de accionistas calculó que el déficit para el curso 2013-14 rondará los 50.000 euros y el administrador concursal precisó que dispone de margen hasta el 3 de junio para evaluar las cuentas.