Los mallorquines somos gente sufrida. Nos hemos tenido que acostumbrar a las impertinencias del mundo. Si nos invaden millones de turistas, tenemos la obligación de aplaudir como locos. No podemos olvidar que nuestros antepasados pasaron hambre, que somos hijos de una tierra pobre. Si vemos que una gran parte de esos turistas no gastan ni un euro en los comercios ni la restauración, mientras van dejando un reguero de basura, no nos queda otra que mirar hacia otro lado. Aunque seamos testigos de que llegan a compartir hasta cuatro una misma Coca Cola, en una terraza de los bares del centro. Bien fría, por supuesto, en esos rincones donde no quedan mesas para nosotros, porque nos hemos instalado en un overbooking permanente. Y es que, aunque nos apretemos cual soldados en trincheras, no cabemos todos.
Sufridos, pero no resignados
Palma25/07/22 3:59
También en Opinión
- Crisis con Argentina: Los productos argentinos importados en Baleares triplican las exportaciones
- «Nos podemos ir olvidando de todo lo que era Mallorca hasta ahora»
- Boda Real en Sóller
- Delinquir, vivir en un piso de okupa y pedir comida a domicilio
- La policía asesta un duro golpe contra el clan de ‘Los Orta’ y detiene a toda su cúpula
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.