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El regidor de Seguretat, Miguel Busquets, está de gira. Es momento de presentar a las diferentes entidades vecinales la nueva normativa cívica y este jueves fue el turno de las asociaciones de Llevant y Ponent. Al encuentro asistieron vecinos batalladores, acostumbrados a la contienda callejera contra el incivismo. Y contra el Ajuntament, si es necesario.

«Las conductas incívicas generan violencia ambiental», señaló Jaume Pla, director general de Seguretat Ciutadana. «Nuestro objetivo es prevenir, no recaudar. Los vecinos tienen derecho al descanso», añadió. Una consigna que suena muy bien, vistos los desmanes de las terrazas y los bares cuya clientela no duda en expandirse por la calle, ampliando la extensión del local a las aceras y la calzada por el módico precio de cero euros.

«No se permitirán concentraciones que alteren la convivencia. Cuando los clientes salen de un bar y se quedan montando lío hasta las cuatro de la mañana, se considerará una infracción grave o muy grave», añadió Pla. E infracción significa sanción: ¿supone eso que los vecinos podrán dormir a pierna suelta ahora que se acerca el temido y bullicioso verano?

Frente a Busquets, los directores generales y los mandos policiales había auténticos miuras del movimiento vecinal, curtidos en una ciudad cambiante y bulliciosa. Entre ellos, Maribel Alcázar, presidenta de la Federació d’Associacions de Veïns de Palma; Ferran Aguiló, de la plataforma de Son Espanyolet (barrio devorado por el alquiler turístico); Francisca Bennàssar, de Sant Agustí-Cala Major, o Catalina Llompart, de Son Armadans, que todavía prosigue su lucha contra los locales de masajes, «diez en solo 500 metros», se lamentaba.

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Maribel Alcázar, de la Federació.

«Todo este incivismo se ha visto fomentado por el modelo de ocio. Aquí el papel lo aguanta todo, pero si luego no tenemos los servicios correspondientes...», avanzó Alcázar, lanzando misiles a la línea de flotación.

Guillem Mascaró, intendente de la Policía Local, advirtió que «el objetivo es luchar contra los ruidos, las actividades que hacen un mal uso del ocio nocturno». Y dejó claro que todavía quedan hasta seis meses de tramitación hasta que se ponga en vigor. Dos detalles sobre la Policía Local de Palma: en los próximos siete años se jubilarán 500 efectivos, del cerca de millar de efectivos totales, y «muy pronto» se pondrán en marcha los drones para la vigilancia. Ahora quedan semanas de negociación y debate con las entidades, asociaciones y vecinos, sentarse a retocar la normativa y ver si los palmesanos, por fin, consiguen dormir del tirón.