«Querido vecino. Me llamo Theo, tengo siete años y vivo en el barrio. Me he dado cuenta de que se te han terminado las bolsitas de cacas, entiendo que por eso tengas que dejarlas sin recoger. Aquí te dejo algunas hasta que te puedas comprar. Muchas gracias por cuidar nuestro barrio». Con este mensaje, el pequeño Theo Montanari se ha convertido a su corta edad en ejemplo para muchos de sus vecinos del Molinar. Cansado de ver como las calles de la barriada estaban sucias porque algunos incívicos no cumplen con su obligación decidió pasar a la acción y elaborar con ayuda de su padre un cartel. Tras colgarlo en una farola alguien lo fotografió y lo publicó en las redes sociales.
El recado de Theo se viralizó rápidamente y, además de aplaudir su pequeño gran gesto, muchos otros vecinos se han sumado a la iniciativa añadiendo más bolsitas para excrementos de perros alrededor de su mensaje. Incluso algunos compañeros del colegio han creado sus propios carteles y los han puesto en otros puntos de la barriada. «Cada mañana de camino a clase tenía que esquivar un montón de cacas de perro y pensamos que sería buena idea poner unas bolsitas en la farola para aquellos que no las recogen. La sorpresa fue que al día siguiente vi que muchos vecinos me habían ayudado y habían colgado más bolsas», explica.
«Tenemos que colaborar entre todos a mantener el lugar en el que vivimos limpio. En verano, cuando buceo, muchas veces tengo que parar y coger la red de los cangrejos para retirar la basura que hay en el mar. A aquellos que no recogen las cacas y ensucian las playas les diría amablemente que recojan su basura», cuenta el menor. De hecho, según explica su padre, Mariano Montanari, desde pequeño se le ha intentado inculcar el cuidado por aquello que nos rodea. «Solemos participar y organizar recogidas de basura y colillas en la playa del Portixol. Tiene muy interiorizado el cuidado y amor por las cosas».
De hecho, las felicitaciones por su pequeño gran gesto han llegado desde el Ajuntament de Palma. El alcalde, José Hila, le ha llamado para felicitarle por su gran trabajo e invitarle a conocer el consistorio. Theo lo tiene claro. El día que se reúna con el primer edil le pedirá más mano dura para aquellos que no cumplen las normas de convivencia y, sobre todo, para los que dejan «cacas en las calles y colillas en las playas». Toda una lección de civismo. Con personas como el pequeño Theo, Palma está en buenas manos.
A muchos vecinos también se les debería caer la cara de vergüenza por no tirar la basura dentro de los contenedores. Son unos guarros y unos incívicos. Es más fácil dejar la bolsa en el suelo junto al contenedor que abrirlo y echarla dentro. La consecuencia de su incívica actitud es ocasionar malos olores, ensuciar la acera, entorpecer el paso a peatones y, lo que me parece más grave, obligar al empleado de EMAYA a tener que bajarse del vehículo paralizando el tráfico para ser él quien tire la bolsa dentro del contenedor. Yo mismo he visto (e increpado, obviamente) a algún vecino o vecina que, mientras pasea de camino a Mercadona, ni detiene la marcha para arrojar al suelo su bolsa de basura, estando el contenedor vacío. Son unos guarros que deberían vivir con los cerdos.
Ahora falta que la policía también haga su parte. ¿Alguna vez ponen alguna multa por incivismo? Se debería publicar cuántas ponen al mes, la cosa cambiaría mucho. Habría más dinero para las arcas municipales y tendríamos calles más limpias.
Me parece muy bien el acto que ha hecho este niño Theo, algunas personas no ven el daño que hacen a otras ,ni al barrio, no cuesta nada agacharse y con un periódico cogerlo.
Tuve un pastor alemán y no existían las bolsitas, pero siempre me llevaba una hoja de periódico con una bolsa de plástico dónde lo recogía,
Cuidemos nuestro barrio , como sí fuese nuestra casa, gracias Theo por tu iniciativa.
6 comentarios
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Da asquera.
Ciudad de puercos
Es alarmante el aumento de cacas de perro en el paseo del Molinar en los últimos meses, ¿quién tiene que poner remedio? Pues eso...
A muchos vecinos también se les debería caer la cara de vergüenza por no tirar la basura dentro de los contenedores. Son unos guarros y unos incívicos. Es más fácil dejar la bolsa en el suelo junto al contenedor que abrirlo y echarla dentro. La consecuencia de su incívica actitud es ocasionar malos olores, ensuciar la acera, entorpecer el paso a peatones y, lo que me parece más grave, obligar al empleado de EMAYA a tener que bajarse del vehículo paralizando el tráfico para ser él quien tire la bolsa dentro del contenedor. Yo mismo he visto (e increpado, obviamente) a algún vecino o vecina que, mientras pasea de camino a Mercadona, ni detiene la marcha para arrojar al suelo su bolsa de basura, estando el contenedor vacío. Son unos guarros que deberían vivir con los cerdos.
Ahora falta que la policía también haga su parte. ¿Alguna vez ponen alguna multa por incivismo? Se debería publicar cuántas ponen al mes, la cosa cambiaría mucho. Habría más dinero para las arcas municipales y tendríamos calles más limpias.
Me parece muy bien el acto que ha hecho este niño Theo, algunas personas no ven el daño que hacen a otras ,ni al barrio, no cuesta nada agacharse y con un periódico cogerlo. Tuve un pastor alemán y no existían las bolsitas, pero siempre me llevaba una hoja de periódico con una bolsa de plástico dónde lo recogía, Cuidemos nuestro barrio , como sí fuese nuestra casa, gracias Theo por tu iniciativa.