José Beltrán es el director de la revista ‘Vida Nueva’. | Jaume Morey

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José Beltrán (Madrid, 1980) es el director desde 2014 del semanario Vida Nueva, tras trabajar en La Razón. Gran conocedor de las bambalinas de la Iglesia, en esta entrevista, Beltrán trata temas como la comunicación religiosa o la organización El Yunque. El periodista ofreció este jueves la conferencia Comunicar Iglesia hoy: misión (im)posible en el Convent de Sant Antoniet de Palma invitado por el Bisbat de Mallorca con motivo de la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales.   

¿Cómo definiría ‘Vida Nueva’?
’Vida Nueva’ es el principal semanario de información sobre la Iglesia católica en castellano. No somos la revista oficial de la Iglesia, sino una voz más desde una mirada propositiva desde el Concilio Vaticano II y al estilo, podríamos decirlo, del papa Francisco.

¿Cual es el mayor reto comunicativo de la Iglesia hoy en día?
Uno de los desafíos es comunicar con transparencia. No creo que haya sido una institución opaca pero en ocasiones no se ha expresado con toda la naturalidad que debiera. Uno de los mayores ejemplos lo tenemos en la crisis de lo abusos sexuales a menores donde se preservó la imagen de la institución por encima de la verdad    las víctimas pero creo que la Iglesia se está poniendo las pilas, no solo ha pedido perdón sino que está cambiando los procesos y las estructuras para que la comunicación sea veraz y, sobre todo, coherente para que lo que se diga se termine haciendo. Tiene que predicar con el ejemplo, nunca mejor dicho.

¿En qué lugar de influencia se encuentra la Iglesia hoy en día?
La Iglesia ya no tiene un lugar preferente en la sociedad, se lo tiene que ganar. Juega como un agente más en lo social, en lo educativo y en lo político porque no puede renunciar a ello. Puede que con una posición heredada de privilegio pero esta misma posición se le puede venir en contra por el estigma ya que siempre que alguien ha tenido un lugar preferente se le mira con desdén. Ahora toca ganarse ese hueco en medio de la sociedad y eso solo se consigue desde la coherencia y el ‘pico y pala’.

¿El papa Francisco cuenta actualmente con más enemigos dentro o fuera de la Iglesia?
No creo que el Papa tenga grandes enemigos dentro de la Iglesia pero sí son muy ruidosos y tienen altavoces muy potentes. Y es comprensible porque cuando alguien se plantea hacer una reforma integral aquellos que viven de determinadas sinergias tratan de aferrarse a la silla porque sus lugares de poder corren peligro. La oposición no es mayoría y hasta donde sé lo lleva con naturalidad y va haciendo.

¿Qué relación hay actualmente entre la Iglesia y organizaciones como El Yunque o Hazte Oír?
La Iglesia ya ha mostrado su desvinculación con estas organizaciones y con cualquier filiación política. No tiene partido; no es ni de Vox ni de cualquier otro. Este caso es especialmente delicado porque en su momento la Conferencia Episcopal encargó un informe sobre los vínculos de Hazte Oír con El Yunque al hoy obispo de Jerez José Rico Pavés en el que se confirmó esta relación por lo que buscaron desvincularse de Hazte Oír. A partir de ahí, la Iglesia ha ganado en independencia y autonomía.