Los eventos cardiovasculares mayores más habituales son el síndrome coronario agudo, el accidente cerebrovascular, la enfermedad tromboembólica venosa (ETEV), la hospitalización por insuficiencia cardíaca o la mortalidad por causa cardiovascular. March ha detallado que «el principal hallazgo ha sido la elevada incidencia de eventos cardiovasculares tras el ingreso. Uno de cada 16 pacientes hospitalizados por COVID-19 sufrió algún evento cardiovascular mayor en el primer año tras el ingreso y un tercio de estos, durante los primeros 30 días». El evento cardiovascular más frecuente en el seguimiento fue la hospitalización por insuficiencia cardiaca, mientras que la enfermedad tromboembólica venosa fue el más precoz, especialmente en forma de tromboembolia pulmonar. En concreto, el 75 por ciento de los casos de enfermedad tromboembólica venosa se produjeron en los primeros 30 días y el 62,5 por ciento fueron tromboembolias pulmonares, todas ellas precozmente tras la hospitalización.
¿Cuál es la relación entre la COVID-19 y las enfermedades cardiovasculares?
El especialista en Salud Pública y Medicina Preventiva ha explicado que «hay una asociación de la COVID-19 con la enfermedad cardiovascular y otorgan plausibilidad a la hipótesis de que el SARS-CoV-2 actúe como un factor modificador de la enfermedad cardiovascular, de forma análoga a como interactúan otros agentes más estudiados como el virus Influenza». «Analizando un poco más lo que pasa vemos que el riesgo de enfermedad cardíaca se dispara después de la COVID, incluso con un caso leve. Un estudio masivo muestra un aumento sustancial a largo plazo en el riesgo de enfermedad cardiovascular, incluidos ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares, después de una infección por SARS-CoV-2».
March ha precisado que «incluso un caso leve de COVID-19 puede aumentar el riesgo de problemas cardiovasculares de una persona durante al menos un año después del diagnóstico, según muestra un nuevo estudio. Los investigadores encontraron que las tasas de muchas afecciones, como insuficiencia cardíaca y accidente cerebrovascular, eran sustancialmente más altas en personas que se habían recuperado del coronavirus que en personas similares que no habían tenido la enfermedad. Es más, el riesgo era elevado incluso para aquellos que tenían menos de 65 años y carecían de factores de riesgo, como la obesidad o la diabetes. No importa si eres joven o viejo, no importa si fumas o no. El riesgo está ahí».
El experto ha detallado que «los investigadores compararon a más de 150.000 veteranos que sobrevivieron durante al menos 30 días después de contraer la COVID-19 con dos grupos de personas no infectadas: un grupo de más de cinco millones de personas que usaron un sistema médico durante la pandemia y un grupo de tamaño similar que utilizó el sistema en 2017, antes de que circulara el SARS-CoV-2. Las personas que se habían recuperado de COVID-19 mostraron aumentos marcados en 20 problemas cardiovasculares durante el año posterior a la infección. Tenían un 52 % más de probabilidades de haber tenido un derrame cerebral que el grupo de control, lo que significa que de cada 1.000 personas estudiadas había alrededor de cuatro personas más en el grupo de COVID-19 que en el grupo de control que experimentaron un derrame cerebral».
Por su parte, el riesgo de insuficiencia cardíaca aumentó en un 72 %, o alrededor de 12 personas más en el grupo de COVID-19 por cada 1000 estudiados. «La hospitalización incrementó la probabilidad de futuras complicaciones cardiovasculares, pero incluso las personas que evitaron la hospitalización tenían un mayor riesgo de muchas afecciones», ha señalado. A su modo de ver, «es sorprendente lo que aparece en estos hallazgos de que las complicaciones cardiovasculares de COVID pueden durar tanto. Debido a que la enfermedad grave aumenta el riesgo de complicaciones mucho más que la enfermedad leve. Por ello, es importante que aquellos que no están vacunados se vacunen de inmediato».
No obstante, ha admitido que «la naturaleza observacional del estudio tiene algunas limitaciones. Por ejemplo, a las personas del grupo de control no se les hizo la prueba de COVID-19, por lo que es posible que algunas de ellas tuvieran infecciones leves. Y debido a que los autores consideraron solo a un grupo predominantemente blanco y masculino». Para concluir, avisa que «es importante estar preparados para abordar un aumento de las afecciones cardiovasculares». Además, señala que «con el alto número de casos de COVID-19, que sigue agotando los recursos médicos, es necesario la preparación para las secuelas de la pandemia».
14 comentarios
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Pep ToniEn cambio los que is creeis todo sois mayoria. Os creeis que tras 40 años sin ninguna mutacion , el año de la vacunacion covid el SIDA ha mutado. Que casualidad que muchos vacunados tienen su sistema inmune deprimido , o sea tienen SIDA. Pero claro los que pensamos estos somos una minoria . Y no nos hemos vacunado y conservamos nuestra inmunidad natural
Ya lo reconoce Bill Gates, que sostuvo estas afirmaciones en la Conferencia de Seguridad de Munich. “Lamentablemente, el virus en sí, particularmente la variante llamada Omicron, es una forma de vacuna, crea inmunidad tanto de células B como de células T y ha hecho un mejor trabajo para llegar a la población mundial que lo que hemos hecho con vacunas.” Osea que las vacunas no han conseguido inmunidad, y para colmo los datos de la FDA, que admiten que la inmunidad natural produjo seis veces más anticuerpos que las vacunas en la variante Delta. La vacuna es una auténtica porquería que provoca inmunodeficiencia, la llamada VAIDS, y síndrome aumentado por las vacunas ante enfermedades comunes.
Seguro que el hecho de que alguna de las vacunas aumentara un 20% la probabilidad de trombosis no afecta para nada a las enfermedades cardíacas. Seguro que eso solo lo dirán los negacionistas antivacunas comunistas bolivarianos. Pq esta claro que es culpa del covid, como la inflación y la guerra del pp
Para la gente que piensa y saca sus conclusiones … un Sars es un virus respiratorio no produce problemas cardíacos … pero oye que lo que digáis … aceptamos barco como animal acuático Jajsjs
Jajaja aquí el que más y el que menos se saca sus propias deducciones!!
Última Hora, el periódico donde se reúnen todos los antivacunas, negacionistas y anti-todo de Mallorca. Mira que son pocos y el por saco que dan.
Se intenta achacar al covid sucesos JAMAS experimentados desde enero de 2020 a abril de 2021 en personas contagiadas, para quitarse de responsabilidades penales. Todo ha empezado desde la inoculación a gente más joven a partir de Mayo de 2021. Y esto no ha no hecho ma que empezar, y a medida que la proteína de espiga (jamás testada en humanos previamente de manera adecuada, pero sí en todos los inoculados) haga su función no calculada y siga creando trombosis...
Para que los negacionistas no confabulen otra conspiración: El estudio solo habla de las personas que han desarrollado la enfermedad y no de los que se han vacunado. Queda dicho.
GiordanoBrunoGracias Giordano por tu información. Ahora que cada uno decida si quiere seguir inoculándose junto al Sr. March para que te den el cromo del pase y no te discriminen, o decidas dejar de estar tutelado por estos gobiernos de cartón y te arriesgues a contagiarte de una enfermedad que tiene una mortalidad menor al 0,5% Salud y buen domingo a todos.
SobrasadaTras 40 años sin mutar, el año de las vacunas muta !!!!! Ya,ya SIDA es un síndrome de inmunodeficiencia adquirida y la gente moria o muere por virus e infecciones oportunistas xq el cuerpo no puede defenderse de un simple resfriado Y si la vacuna covid ha sobrestimulado nuestro sistema inmune de forma artificial y ahora no podra defenderse de otras infecciones, SIDA