Los mastines Bart y Lissa, criados en la Finca El Chantre, han sido entregados a dos ganaderos. | DIPUTACIÓN DE TERUEL

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La Diputación de Teruel (DPT) ha entregado a dos ganaderos de ovino de la provincia las dos primeras crías de mastín del Pirineo del programa de reproducción iniciado por el Área de Agricultura y Ganadería de la institución provincial, en colaboración con el Club del Mastín del Pirineo, que cedió los primeros ejemplares para la cría y ofrecen información y asesoramiento para un adecuado manejo de los animales.

Los ganaderos de ovino, de Andorra y de Caminreal, se habían interesado por estos ejemplares, que se crían con las ovejas para considerarse parte de la manada y de este modo, protegen al rebaño ante posibles ataques de lobos o perros salvajes.

Así lo han explicado durante la entrega de los ejemplares, a la que ha asistido el presidente de la DPT, Joaquín Juste, quien ha destacado que, una vez más, desde la institución provincial y la Finca El Chantre, que acoge los servicios agropecuarios de la institución provincial, «se ofrece una ayuda y soporte a los ganaderos de la provincia, para atender en este caso la problemática de los posibles ataques al rebaño, al tiempo que se contribuye a recuperar y mantener una raza autóctona».

No es la primera vez que desde El Chantre se entregan ejemplares de mastín del Pirineo, pero la novedad es que los perros proceden del programa de cría, puesto en marcha por primera vez en estas instalaciones gracias a la donación de la pareja que hizo hace un año el Club del Mastín del Pirineo. A ellos ha querido agradecer el presidente la labor que desempeñan y su esfuerzo por recuperar el mastín y promover su utilización como animal de apoyo a la ganadería.

Los animales donados por el Club el pasado año, Homer y Niebla, se han criado este tiempo en la finca y de este modo se han aclimatado a sus instalaciones, facilitando la reproducción que finalmente culminó con el parto el pasado 21 de enero de la pareja de cachorros, un macho y una hembra, que este martes se han entregado, según ha explicado el responsable del Servicio de Agricultura y Ganadería de la Diputación de Teruel, Fernando Guillén.

José Miguel García, de Andorra, ha recibido el macho y Ángel Latorre, ganadero de Caminreal, la hembra. Ambos, además de las crías, de nombre Bart y Lissa, también han recibido formación para un adecuado manejo de los animales para que cumplan adecuadamente su función de protectores de los animales.

Club mastín

La colaboración de la Diputación de Teruel con el Club Mastín del Pirineo no es nueva, e incluye no solo la donación y el trabajo con los animales sino también la sensibilización e información sobre la raza. Así, la institución provincial ha colaborado como patrocinador en las dos exposiciones monográficas que ha acogido la provincia sobre estos animales. La primera en 2019 y la última en 2023 en la capital turolense, que fue la XLIII Exposición Monográfica del Mastín del Pirineo.

Se trata de la más importante que se celebra para esta raza, con una nutrida representación de aficionados internacionales: franceses, italianos, finlandeses, holandeses y americanos, con la participación de unos 70 ejemplares.

La Exposición Monográfica Nacional del Mastín del Pirineo es una exposición de belleza, organizada por el Club Mastín del Pirineo bajo la autorización de la Real Sociedad Canina de España (RSCE) en la que se eligen los mejores ejemplares de la raza y en la que se ponen en juego títulos valederos para el título de Campeón en España de Belleza.

Al tratarse de una raza autóctona española, la Monográfica Nacional que se celebra en España es la más representativa de la raza a nivel mundial y vienen expositores de todo el mundo --Francia, Finlandia, Holanda, Italia, EEUU, Japón, entre otros--.

Raza autóctona

El Mastín del Pirineo es la única raza canina autóctona aragonesa. Se trata de un animal de gran talla que tradicionalmente se ha venido seleccionando para la guarda de rebaños en el sistema trashumante aragonés así como para la defensa del ganado frente a las alimañas.

Durante muchos siglos, el Mastín del Pirineo fue el fiel acompañante de los rebaños que recorrían los valles pirenaicos y bajaban hasta el Maestrazgo e incluso llegaban a territorio valenciano. En cualquier caso, con el paso del tiempo y debido a una exigente selección funcional, la raza se convirtió en una parte imprescindible de la vida aragonesa.

Tras la Guerra Civil, las estrecheces económicas complicaban mantener a un animal de gran tamaño que, en la práctica había perdido su función primaria. A causa de ello, el Mastín del Pirineo sufrió una grave pérdida de censo y por tanto de su patrimonio genético, mestizándose en muchos casos y, disminuyendo su número en manera casi definitiva para su propia supervivencia como raza pura.

A mediados de los años setenta, un reducido grupo de aficionados iniciaron la tarea de recuperar al moloso aragonés a partir de los ejemplares localizados en el campo y que reunían las suficientes características del perro tradicional de la trashumancia aragonesa.

Con la fundación, en el año 1977, del Club del Mastín del Pirineo de España se sientan las bases para que la raza inicie el camino de su recuperación. En el siglo XXI, el Mastín del Pirineo es una raza conocida y respetada fuera de nuestras fronteras, existiendo Clubes dedicados a ella en Suecia, Noruega, Finlandia, Alemania, Suiza, Austria, Bélgica, Holanda, Italia, Francia, Portugal, República Checa y Estados Unidos.