Juicio a Cristina Rivas, la mujer confesó matar a su hija Yaiza en Sant Joan Despí (Barcelona) para quien las acusaciones piden prisión permanente revisable. En la Audiencia de Barcelona el lunes 13 de mayo de 2024. | Europa Press - EUROPA PRESS

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El juicio a Cristina Rivas, la mujer que confesó matar a su hija Yaiza en Sant Joan Despí (Barcelona) para quien las acusaciones piden prisión permanente revisable, ha empezado este lunes en la Audiencia de Barcelona con discrepancias entre defensa y acusaciones sobre la salud mental de la acusada, algo que sus abogadas intentan hacer valer para conseguir una condena más baja.

La primera jornada del juicio ha servido para que el fiscal, la abogada de la acusación particular (en representación de la familia paterna de la niña) y las abogadas de la defensa expongan al jurado sus alegaciones previas, de manera que se sitúen en el caso y las tesis de cada uno, y para aclarar peticiones técnicas como que la acusada declare al final del juicio, que el magistrado ha aceptado.

El fiscal, Félix Martín, ha adelantado al jurado que el juicio se debatirá si Rivas estaba bien psicológicamente cuando cometió el crimen, les ha instado a «desterrar ideas preconcebidas sobre la relación de problemas y patologías mentales y si una persona está desconectada de la realidad o no».

«Si un padre mata a su hija prefiero pensar que está loco porque me siento más tranquilo. Pues no tiene por qué, y a veces el mundo nos muestra realidades muy tristes y muy oscuras», ha añadido Martín, y ha calificado el crimen como un acto de perversidad.

La abogada de la acusación particular, Mireia Gómez, ha advertido al jurado de que «la estrategia de psiquiatrizar está muy manida por las defensas, es casi la más utilizada» para intentar conseguir una rebaja de condena o un eximente de la responsabilidad penal.

«No le pongamos el disfraz de enfermedad mental o de depresión severa, por respeto a las madres que sí lo tienen y son madres excelentes», ha pedido Gómez.

"campaña de difamación"

En sentido contrario, las abogadas de la defensa, Alba Escoda y Eugenia Sobrino, han afirmado que Rivas tiene rasgos de esquizofrenia que la pueden llevar a perder el control, han recordado que tras matar a su hija se intentó suicidar y han calificado el crimen como «un suicidio ampliado por desesperación».

También han criticado la «campaña de difamación» que consideran ha sufrido Rivas en medios de comunicación, y ha puesto en cuestión la petición de condenarla a prisión permanente revisable comparando su causa con otras en las que se ha aplicado esta pena.

Como el magistrado presidente del tribunal ha aceptado que Rivas declare al final del juicio para poder responder a todas las pruebas que se expongan, la sesión del martes empezará con declaraciones de testigos, entre ellos el padre de la niña y otros familiares.

Permanente revisable

En la fase de instrucción, Rivas confesó que había matado a su hija el 31 de mayo de 2021 asfixiándola mientras estaba con ella (compartía custodia con el padre, su ex), y ahora la defensa pide que si no es absuelta se considere que sufrió un trastorno mental transitorio por «medio insuperable» --lo que la eximiría de responsabilidad penal-- o se tenga en cuenta como atenuante que actuó por un arrebato y ha confesado.

El fiscal y la acusación particular le atribuyen un delito de asesinato con alevosía y pide que, en caso de que saliera de prisión tras la condena, se le aplique un periodo de libertad vigilada de cinco años --la acusación particular lo eleva a 10-- y una orden de alejamiento respecto al padre y los abuelos paternos de la niña.

Además, reclama una indemnización de 250.000 euros para el padre y de 75.000 para cada uno de los abuelos paternos, las mismas cantidades que reclama la familia paterna.

Nueva oficina para víctimas

A raíz de este caso, la entonces consellera de Justicia, Lourdes Ciuró, anunció la creación de una nueva oficina para víctimas del delito y la Generalitat aprobó un decreto que prohibía la comunicación con sus hijos a los padres y madres sospechosos de delitos de violencia machista o familiar.

Ciuró se reunió con el padre de Yaiza y se disculpó por no «haber estado a la altura» para la familia paterna de la víctima después de que el padre lamentara que le habían faltado apoyos los meses después del crimen.