Archivo - El exgerente de Imelsa, Marcos Benavent, en imagen de archivo | Rober Solsona - Europa Press - Archivo

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El exgerente de Imelsa Marcos Benavent, autodenominado 'yonki del dinero', ha tenido que acudir este jueves a declarar, como testigo, en el caso Erial, con el objetivo de arrojar luz sobre el origen de los papeles que originaron el procedimiento. Al respecto, ha mantenido que un ciudadano sirio, amigo suyo, se los entregó y le «dejó caer» que el CNI o la Policía se los había dado. «Luego nos inventamos que los había encontrado en la vivienda de Zaplana, pero para protegerle», ha manifestado.

Benavent, acusado y condenado en otras piezas del caso Imelsa, se ha pronunciado en estos términos en su declaración, en esta ocasión en calidad de testigo, en el juicio que se sigue contra el expresidente de la Generalitat Valenciana y exministro de Trabajo con el PP Eduardo Zaplana y otras 14 personas más por el caso Erial, procedimiento en el que se ha investigado el supuesto cobro de más de 10 millones de euros en comisiones derivadas de concesiones de ITV y parques eólicos de la Comunitat Valenciana. El fraude está cuantificado en más de 20 millones de euros.

Ha afirmado que conoció a Imad a través de un amigo funcionario que tenían en común y éste le comentó inicialmente que en Siria estaban en guerra y quería pedirle ayuda. «Le dije ahí que a nivel personal le ayudaría en lo que pudiera pero que a nivel oficial se me escapaba», ha reproducido.

«Entablamos una relación, una amistad, coincidimos en actos y, con el tiempo, me enseñó unos documentos» --ha dicho en relación a los papeles que originaron Erial--. Sobre éstos, el ciudadano sirio testificó ayer en el juicio que se los encontró al lado de una caja fuerte en una vivienda que tenía alquilada en València y que había pertenecido a Zaplana. Benavent ha negado esta versión.

El 'yonki del dinero' ha señalado que le mostró «un tocho con muchos documentos, no eran ni tres ni cuatro papeles», ha puntualizado, para agregar que los mismos «implicaban a la derecha valenciana». «Mi primera reacción --ha indicado-- fue decirle que no les daba veracidad y que la situación era un poco rocambolesca».

En ese momento no se quedó con los documentos pero sí se los llevó en una segunda ocasión, cuando el ciudadano sirio se los volvió a enseñar: «Él, que me había dicho que trabajaba con la Policía y con el CNI, me insistía en que me quedara los documentos». «Me han utilizado en esta historia para introducir los documentos de la forma que ha sido porque es incomprensible que un señor tenga este tipo de papeles tan bien elaborados o que a alguien se le hayan podido olvidar en su casa», ha lamentado.

Cuando decidió quedarse los papeles --en ese momento ha dicho que también hacía grabaciones y se guardaba pruebas por si en un futuro «pasaba algo»-- «estaban tachadas muchas cosas». «Me quedé con los papeles que hacían referencia a Juan Cotino --expresidente de Les Corts y ex director general de la Policía ya fallecido--. Él también me insistía mucho en lo de Cotino, no sé si pensando si en un futuro hacer algún tipo de chantaje u operación», ha agregado.

Preguntado por si le dijo quién le había dado los papeles, ha respondido: «Me dijo que se los habían dado. Me dejó caer que había sido gente relacionada con los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, no sé si el CNI o la Policía, pero vamos, ese sector. Se los dieron por su colaboración con las Fuerzas de Seguridad», ha afirmado.

Benavent ha expuesto que se guardó esos papeles en una carpeta personal que inicialmente se la llevó a Cofrentes y luego su familia la trasladó al despacho de su exabogado en el caso Imelsa para preparar su defensa y colaborar con la justicia. En un momento determinado registraron el despacho del letrado y se los llevaron sin su consentimiento «ni verbal ni escrito». «Se llevaron una carpeta que era mía personal, que no tenía nada que ver con el caso Imelsa, y mi exabogado consintió», ha dicho.

Al respecto, ha lamentado que su entonces abogado, «que era de izquierdas, de hecho viajaba todos los años a Corea del Norte, y tenía mucha obsesión con el PP», le decía que había llegado a un acuerdo con el ministerio fiscal y que tenía que «salpicar a todo el mundo», entre ellos ha nombrado a Zaplana. «Esa era la estrategia de defensa de mi abogado», ha criticado.

Una vez intervenidos los papeles, la Guardia Civil le llamó a declarar y le preguntó por los mismos, según ha comentado. «Yo me resistía a hablar porque no tenían nada que ver con la macrocausa en la que estaba metido. Les dije que eran de un amigo mío sirio y me pidieron que hablara con él para que colaborase con la justicia», ha afirmado.

Así, ambos quedaron y Benavent le trasladó que tenían que colaborar con la justicia y, «para protegerle, nos inventamos lo de que los papeles los había encontrado en el altillo de la vivienda de Zaplana. Quería salvaguardarlo a él también y no quería que estuviera implicado en esta historia», ha señalado. «Nos inventamos lo del altillo, lo de la caja fuerte, el no sé que... Y esa es la historia porque era impensable que esos documentos pudieran olvidarse en casa de alguien. Era rocambolesco», ha insistido.

"siempre" sus instrucciones

Por su parte, en la sesión de este jueves también ha declarado como testigo Ramiro Blasco, exabogado de Benavent, quien ha contradicho al exgerente de Imelsa y ha manifestado que él «siempre» ha seguido las instrucciones de su entonces cliente, quien «quería colaborar con la justicia y entregar documentación» en el caso Imelsa, ha repetido.

Sobre el registro en su despacho en el que los agentes de la UCO se llevaron los 'papeles del sirio', el letrado ha señalado que estaban allí porque se lo habían llevado unos familiares de Benavent para que los tuviera el juzgado. «Si Benavent hubiera tenido algún problema con la entrega de la documentación, no la habría entregado», ha dicho. «Ninguna instrucción recibí en este sentido y ninguna medida tomé en este sentido. No veía entonces vulneración de ningún tipo», ha apostillado.

Ha señalado que dejó de ser abogado de Benavent en septiembre de 2021 --cuando contrató a otro letrado con el que cambió de estrategia y se desdijo de todo-- y, preguntado por si posteriormente ha tenido contacto con él, ha dicho: «Cuando dijo que dejaba de ser su abogado, ese mismo día me dijo que quería hablar conmigo de los 'papeles del sirio' y de la ilegalidad, y me comentó que había muchas posibilidades. Pero yo me negué a hablarlo, no quise seguir con eso», ha apostillado.

Y, además, ha narrado que recientemente, hace tres semanas, «Benavent envió a su hermana a hablar conmigo y a decirme que Marcos le había dicho que si yo decía que el registro en el despacho había sido ilegal, se reconciliaría conmigo. Tremendamente ridículo», ha lamentado.