Una fuerte explosión originada en el ático de un edificio de cuatro plantas ubicado en la calle calle General Pardiñas esquina con calle Ayala, en el barrio madrileño de Salamanca, por causas que aún se desconocen. | J.J.Guillen

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Un posible escape de gas en un edificio del centro de Madrid donde se realizaban obras en una vivienda de la tercera planta ha provocado una explosión este viernes que ha causado dos muertos y 17 heridos, uno de ellos de carácter grave. La explosión ha sido en el céntrico barrio de Goya, en el distrito de Salamanca, en un edificio de cuatro plantas situado en la confluencia de las calles General Pardiñas y Ayala, cuando sobre la una de la tarde se ha producido una explosión que ha causado importantes daños materiales no solo en el inmueble, sino también en el mobiliario urbano y vehículos estacionados en la zona.

Dos obreros que trabajaban en el edificio fueron dados por desaparecidos tras la explosión. Casi cinco horas después, los bomberos del Ayuntamiento localizaron en el sótano los cuerpos sin vida de los dos operarios cubiertos de escombros. De las 17 personas heridas, cuatro personas han sido hospitalizadas como consecuencia de la explosión. En el hospital de La Princesa han ingresado tres personas, una de ellas -un varón de 84 años con politraumatismo- está en la unidad de cuidados intensivos. Las otras son dos mujeres, una de 44 años con heridas leves en la pierna y otra de 76 con traumatismo craneoencefálico, pendiente de evolución.

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Una mujer de 36 años embarazada de 20 semanas, que se encontraba en observación en la Maternidad del hospital Gregorio Marañón tras haberse visto afectada por la explosión, ha sido dada de alta tras varias horas ingresada, han indicado fuentes del hospital. Según el jefe del Cuerpo de Bomberos de Madrid, Rafael Fernández, se ha rescatado «a unas cinco personas a través de fachada y por el interior» del edifico, el número 35 de la calle del General Pardiñas. El inmueble colindante, el número 33, fue desalojado para comprobar si ha sufrido algún daño en su estructura. En el patio de un sótano, ha añadido Fernández en el lugar de los hechos, se han acumulado «unos dos metros de escombro macizo, de muro de ladrillo», y es ahí donde, tras haber metido perros, los bomberos han localizado los cuerpos de los dos operarios. Fernández ha advertido de que el edificio «está muy inestable» y «hay riesgo de derrumbe», por lo que se están apuntalando «de manera muy urgente» las partes más afectadas del inmueble.

Muy cerca del lugar está el colegio Nuestra Señora de Loreto, que ha sido desalojado justo después de la explosión, pero al poco rato los niños han vuelto a sus clases de forma tranquila, según ha relatado a Efe una madre que lleva a su hijo a este centro. Su hijo, de 6 años, ha explicado que todos oyeron «un ruido fuerte, una explosión» y algunos notaron «que se movía algo el suelo», pero la mayoría no se asustó. Poco después, les dijeron que tenían que salir a la calle, donde han estado un rato hasta que han vuelto a entrar. Solo algunos pequeños se han puesto algo nerviosos y han llorado, ha dicho el alumno. El colegio ha avisado a los padres a primera hora de la tarde a través de un escrito, tranquilizándoles porque ningún niño ni el centro habían sufrido daños, «excepto algún rasguño en algunos alumnos que estaban en el patio en esos momentos, porque algunos cristales llegaron al patio». Hasta el lugar del siniestro se desplazaron el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida; la vicealcaldesa, Begoña Villacís, la delegada del Gobierno, Mercedes González, y la presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso, para comprobar de primera mano las consecuencias de la explosión e interesarse por las víctimas y sus familiares. Tras confirmar la muerte de los dos trabajadores, uno español y otro hondureño de 21 y 27 años, Martínez-Almeida, ha dado el pésame a sus familiares en nombre de todos los madrileños.

El alcalde ha señalado que no se han producido más daños personales que los de las personas que estaban en el interior del inmueble, a pesar de que hay escombros fuera del edificio y una ventana que se ha desplazado veinticinco metros desde el edificio. Martínez-Almeida ha dicho en declaraciones a Telemadrid recogidas por Efe que los bomberos, cuando accedieron al edificio siniestrado, tuvieron que cortar el gas. Además de los vecinos del edificio siniestrado, los de los edificios colindantes no podrán volver esta noche a sus casas. Samur Social ha ofrecido ayuda a 74 personas de los edificios afectados de las cuales solo ha pedido ser alojada una pareja. La Unidad de Policía Judicial de Policía Municipal de Madrid, que se ha hecho cargo de la investigación al tratarse de un accidente laboral, considera como principal hipótesis que la explosión es un escape de gas, según fuentes de Emergencias Madrid