Los bajos de muchos edificios de Son Gotleu se inundan de aguas residuales.

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Los vecinos de Son Gotleu no aguantan más. La situación de insalubridad y la proliferación de ratas, cucarachas, humedades y atascos en las tuberías de aguas residuales han convertido los edificios de la denominada como ?zona cero? en un auténtico estado de emergencia sanitaria.

«Llevamos más de 20 años viviendo en estas casas y nunca habíamos visto nada igual. Todas las entradas de los edificios están llenas de humedad y las paredes se caen a cachos. Los locales ubicados en las plantas bajas tienen más de un palmo de aguas sucias (residuales) y las cucarachas y ratas campan a sus anchas», apunta Manuela, una vecina del número 50 de la calle Francesc Julià.

contadores de luz

En la plaza Fra Joan Alzina, uno de los puntos neurálgicos de la barriada palmesana, los edificios se encuentran muy deteriorados. Al acceder al cuadro de contadores se puede comprobar cómo una gran cantidad de vecinos ha realizado enganches ilegales a la corriente. De hecho, entre los defraudadores de suministro eléctrico se encuentran varios locales y establecimientos de la zona regentados por extranjeros.

«Los tontos de siempre»

«Aquí sólo pagan la luz y el agua los cuatro tontos de siempre. Basta entrar en el cuadro de contadores y comprobar cómo todo son empalmes a la general. Las compañías eléctricas y la policía lo saben, pero no hacen nada. Lo mismo ocurre con los contadores de agua y Emaya. El problema que tenemos es que las humedades son tan importantes que todos los diferenciales y contadores están empapados de agua. ¿Quién se atreve a meter mano ahí?», señala Carlos, otro vecino de la calle Santa Florentina. Los problemas más graves de insalubridad se desprenden de los atascos de las tuberías y aguas residuales.