Dos operarios de la funeraria retiran el cadáver del bebé, el pasado sábado 1 de agosto, cuando fue hallado.

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La policía ha concluido la investigación referente al hallazgo del cadáver de un recién nacido en el respiradero de un baño de un apartamento de la calle Samil, en la Platja de Palma. El cuerpo sin vida del bebé fue hallado el pasado sábado 1 de agosto, después de que los residentes del inmueble se asomasen al respiradero debido al fuerte olor que percibían, producto de la putrefacción del cadáver. El hallazgo del cadáver fue comunicado a la policía y Grupo de Homicidios del Cuerpo Nacional de Policía (CNP) de Palma se hizo cargo de la investigación.

Tras una serie de gestiones se determinó que la autora del presunto homicidio habría sido una joven alemana, que había visitado a los residentes del apartamento donde se halló el cadáver, y que ocultó su embarazo. Esta turista, identificada como Anna L., de 19 años, viajó una semana a la Isla, acompañada de una amiga de la misma edad, que conocía a los moradores de la vivienda donde se alojaron.

La joven madre del bebé, pese a estar de vacaciones, nunca quería ir a la piscina o a la playa, y si lo hacía llevaba una toalla que la cubría desde las axilas a las rodillas, y también usaba ropas muy amplias. El martes día 28 se habría indispuesto, achacando los dolores por contracciones propias del parto a otras causas, con el fin de ocultar su embarazo. La joven dio a luz en el cuarto de baño de invitados y se deshizo del recién nacido, ocultándolo en el respiradero, sin pensar que el fuerte olor de la descomposición podía ser detectado por los residentes en los apartamentos.

Vivo
Uno de los datos relevantes era determinar si el bebé estaba vivo o ya nació muerto. En este sentido, la autopsia y los posteriores exámenes detectaron diversas lesiones con síntomas de vitalidad y aire en algunos alveolos, que unido a que el bebé estaba completamente formado y apto para la vida, y al resto de investigaciones, mostraban que el recién nacido vivió. Por tanto, la madre le habría dado muerte tras el parto.

La madre, al dar a luz no contactó con facultativo alguno ni compró ningún tipo de producto en farmacias cercanas. Según la investigación policial, fue ella sola la que llevó a cabo la acción homicida y posterior ocultamiento del cadáver y la placenta, con el único fin de que nadie supiera de su embarazo. Posteriormente la presunta homicida regresó a su país junto a su amiga, a la que no contó nada.

La falta de datos sobre la madre ha ralentizado la investigación, ya que los moradores del apartamento conocían a la amiga, pero poco sabían de la presunta homicida. La carencia de datos se logró completar a través de una red social de internet que aportó una amiga de las jóvenes alemanas, así como con las reservas de los billetes y otras investigaciones. En esta red social, la presunta homicida vertía una frase que podría hacer alusión de forma velada a la muerte del bebé.

Declaración
Una vez identificada la madre, se dictó una orden europea de detención y entrega contra Anna L., y una comisión rogatoria a fin de que las autoridades alemanas tomaran declaración como imputada a su amiga, cuya identidad es Laura S.

Anna L. fue detenida por la policía alemana en virtud de dicha orden y actualmente está a la espera de la resolución y entrega. En su declaración ante la Fiscalía alemana reconoció los hechos, aunque indicó que no tuvo intención de matar a su hijo.

Respecto a la amiga, tras su declaración se ha concluido que no tuvo conocimiento de los hechos, ni tan siquiera de que Anna L. estaba embarazada.
Anna L., al igual que su amiga, carecía de antecedentes en Alemania y en España hasta el momento.