Es imparable. El precio de la vivienda es insoportable en Balears. Y los alquileres se han vuelto asfixiantes. Continua, implacable, el castigo hacia los jóvenes, cada vez más marginados del mercado inmobiliario. Pronto habrá que pertenecer a la élite para poder formar una familia. Más que en una sociedad desarrollada, nos estamos convirtiendo en un coto cerrado, excluyente e insensible hacia los segmentos menos favorecidos. Y esta evidencia, además de inconstitucional, nos empuja al suicidio como pueblo. Mientras la población del Archipiélago se ha doblado en pocas décadas, no se construyen, ni de lejos, viviendas para asumir este revolcón demográfico. Casi no se ven grúas en ciudades y pueblos. Y llevamos lustros con esta sequía. Este es el detonante que enloquece los precios. Mandan la especulación y la endémica desidia política. Jamás una sociedad desarrollada había tratado tan mal a sus nuevas generaciones. Está bajo mínimos la promoción de viviendas protegidas. Y las medias que se toman son insuficientes para afrontar este drama.
No hay grúas
Palma25/03/24 0:30
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3 comentarios
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@Som i Serem tengo entendido que eso no se puede hacer porque vulnera los principios básicos de la Unión Europea.
Se pot fer que només els nascuts aquí puguin comprar vivendes, ja se fa a altres zones de la UE. Lo que passa és que no interessa als especuladors immobiliaris. Hi ha solució, lo que no interessa. Se podria posar que totes les construccions estiguin encarades als residents, podríem dedicar hotels a vivenda. Res, que no volen acabar amb el negoci d'uns pocs a costa del futur de la majoria
Construir más para los jóvenes? si la vivienda nueva es social, los últimos de la lista serán los jóvenes, por mucho que trabajen, coticen incluso por muy españoles o europeos que sean. Pasarían décadas de construcción donde primero estarían los de la famosa etnia, los recién llegados, todos los que demuestren falta de empleo, bajos ingresos y muchos hijos.... mientras que no haya un control poblacional y deje de llegar gente nueva como si aquí nos sobrara todo, no tenemos futuro ni presente.