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Del inversor norteamericano Warren Buffet es la frase "El mercado es un mecanismo para transferir dinero de los impacientes a los pacientes". La paciencia es un rasgo de personalidad prudente. Es la virtud de quienes saben sufrir y tolerar las contrariedades y adversidades con fortaleza y sin lamentarse. Esto hace que las personas que tienen paciencia sepan esperar con calma a que las cosas sucedan, ya que piensan que las cosas que no dependen estrictamente de uno, se les debe otorgar tiempo. Y es el tiempo el que marca cuando las decisiones que se toman son acertadas o no. En el caso de las inversiones ocurre exactamente lo mismo. Dos virtudes, la paciencia y la prudencia, ligadas con el perfil del inversor en plazas de aparcamiento.

El reciente estudio realizado por el portal inmobiliario Fotocasa arroja datos significativos sobre la gran demanda de plazas de aparcamiento y, con ello, el significativo incremento en el precio.

Según desprende el informe, Palma es una de las 10 ciudades españolas donde el precio de un parking más se incrementó entre el año 2022 y 2023. Baleares es la segunda comunidad autónoma donde la plaza de aparcamiento más se ha encarecido (un 31,1%).

Los elevados tipos de interés, la incertidumbre tras la pandemia, así como la inseguridad jurídica del propietario de una vivienda que decide ponerla en alquiler, entre otros factores han provocado que muchos pequeños inversores apuesten por las plazas de aparcamiento como instrumento para su ahorro e inversión.

Una breve reflexión acerca del elevado coste que supone la construcción de aparcamientos subterráneos. Construcción en gran medida motivada por la elevación de una edificación sobre rasante, y el limitado número de plazas para las necesidades reales. Todo ello provoca el colapso en los espacios de vía pública destinando para aparcamiento de vehículos, zonas que deberían ser para otros fines. Cabe destacar la infrautilización de los aparcamientos subterráneos en determinadas franjas horarias, pudiendo ser perfectamente espacios compartidos mejorando con ello la eficiencia de los mismos.

Según el Instituto Balear de Estadística (IBESTAT), en 2022 Palma de Mallorca tenía censado un parque móvil de 248.207 turismos. Hay que añadir turismos que entran cada día por motivos laborales y los vehículos de alquiler.

Un vehículo requiere dos plazas de aparcamiento como mínimo. Una en el lugar de residencia y otra en el lugar de trabajo. Y es evidente que mientras el vehículo está en un espacio, la otra plaza de aparcamiento está infrautilizada. Eso quiere decir, que como mínimo necesitamos 500 mil plazas de aparcamiento en Palma, sabiendo que la mitad siempre van a estar vacías.

Una medida interesante, bien a través de la iniciativa privada o bien de la iniciativa pública, una base de oferentes y demandantes de plazas de aparcamiento y horas disponibles de estos espacios, de manera que estas infraestructuras públicas o privadas que, además de costosas muy demandadas, ayudarán a su uso más eficiente y racional, creando espacios en superficie destinados para zonas verdes, el trasporte público, o la peatonalización, mucho más amable con el entorno.