En el universo, naturalmente, todo se cae, o se acaba cayendo, ya por efectos de la gravedad, de la entropía de los sistemas (no confundir con la empatía), o por pura torpeza. Personas, animales y vegetales se caen mucho, con suerte sobre un lecho de hojas caídas, y a menudo sobre el duro suelo. Pero también se caen las ciudades asediadas, los puentes, los imperios, las enciclopedias y hasta las estrellas absorbidas por un agujero negro. A veces a la gente le cae encima el pasado, aplastándoles por el peso de sus deudas, y a veces lo que se cae de pronto es el futuro, que se hace pedazos como un gigantesco jarrón chino. No sólo se caen las cosas inestables, o antiguas, porque las conexiones de internet se caen muchísimo, y no digamos los valores bursátiles y las criptomonedas, que debido a lo quebradizo de las criptofinanzas (y de la criptopolítica), se caen casi a diario.
Objetos caedizos
Palma04/07/22 3:59
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