Imagen de la carrera. | Emilio Queirolo

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El Parc de la Riera fue un año más el lugar elegido para acoger la salida de la Cursa Popular Palmadona, que celebró el domingo su séptima edición con una participación de unas 4.000 personas, entre adultos y niños. Esta carrera popular gratuita, abierta a todo el mundo y de carácter no competitivo, suele celebrarse en marzo, en torno al Día Internacional de la Mujer, bajo la organización por el Institut Municipal d'Esport (IME) del Ajuntament de Palma. Este año, por motivos burocráticos, ha tenido que posponerse hasta mayo.

En realidad, el evento comenzó un día antes, con la VI Fira d’Expositors Palmadona, una muestra dedicada a la mujer, la salud y el deporte que se llevó a cabo a lo largo de todo el sábado en el Parc de la Riera. La feria contó con carpas de diferentes entidades y empresas vinculadas a las temáticas mencionadas, y acogió diferentes actividades complementarias para todas las edades.

Ya el domingo, en un ambiente muy festivo, los participantes fueron congregándose desde primera hora de la mañana en el punto de salida. A las nueve, tras un calentamiento conjunto, se dio la salida de la modalidad infantil de la carrera, que como cada año, se dividió en recorridos diferenciados por edades.

A partir de las diez y media, la entrenadora Susana Sans dirigió un animado y multitudinario calentamiento de cara a la prueba, que arrancó a las once en punto, con presencia del primer teniente de alcalde de Cort, Javier Bonet, que fue el encargado de dar el bocinazo de salida. El itinerario circular, con salida y llegada en el Parc de la Riera, se desarrolló por las calles Jesús y Uruguai. Los corredores pudieron elegir si dar una o dos vueltas al circuito, de 2,3 kilómetros. Todos los participantes recibieron una camiseta conmemorativa y una medalla finisher, así como una merienda cortesía de MercaPalma.

«La marca Palmadona se vende sola. El evento ya tiene un gran arraigo en la ciudad, despierta una enorme expectación y crece año tras año. De hecho, hemos tenido que ampliar el cupo en 1.000 plazas más, porque el año pasado se quedó mucha gente fuera», explica el gerente del IME, Miguel Ángel Bennàsar. «Creo que tiene que ver con los valores que transmite la carrera, que hoy en día todo el mundo comparte. Refleja el empuje de la mujer en el mundo del deporte, una corriente global que cuenta con el apoyo global de instituciones y ciudadanos», abunda.

José Luis Mañas, quien ha acudido con sus dos hijos, sus nueras y sus cuatro nietos, lleva participando en la carrera desde sus inicios. «Desde la primera edición, ha crecido de forma espectacular, tanto en participantes como en organización. Este año no puedo correr, porque me acaban de operar de las rodillas. Me toca cuidar de los nietos», indica.

Por su parte, Daniel Viñuela participa este año por primera vez. «Vengo con mis hijos, mi mujer y mis suegros, por hacer algo en familia. No soy muy deportista, la verdad, pero mi mujer es corredora y me ha empujado a participar. Lo irónico es que ella al final no corre, por un dolor de muelas. Pero ya que estoy, me he animado a hacer el recorrido largo», indica.

«Vengo todos los años, siempre en familia, aunque este año solo hemos podido venir mi hija y yo», explica otra participante, Marga Cañellas. Lo que más me gusta de esta carrera es que la puedo compartir con toda mi gente, ya que es para todas las edades y condiciones físicas. Siempre venimos todas las mujeres de la familia para reivindicar e inculcar nuestra fuerza», destaca.

«Estoy anonadado ante el gentío que hay, una verdadera riada rosa que tiñe hoy las calles de Palma», declaró Bonet, quien destacó el carácter no competitivo de la prueba. «Es un día de celebración, de hermandad y también de reivindicación del papel de la mujer, tanto en la sociedad como en el deporte. Hemos superado el número de corredores del año pasado, tenemos participación récord y todo apunta que el año que viene seguirá creciendo, así que a partir de mañana empezaremos a preparar la próxima edición», concluyó.