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La finca de Son Mora Guixa, en Porreres, se convirtió ayer en el escenario para celebrar y revivir la tradición y historia agrícola de nuestros antepasados con la festa d’es batre. Una jornada en la que payeses y aficionados del campo llegados de diferentes pueblos de la Isla baten el grano sobre la era, pero lo hacen como lo hacían hace más de setenta años, a remolque de un animal.

Y es que cuando la industralización se hizo paso en el mundo agrícola dejó en un segundo plano el duro trabajo de campo del que dependían muchas familias. «Antes las familias dependían d’es batre para vivir, ahora muchos jóvenes ven el pan en la tienda y no saben nada de cómo se hacía antaño», explicó Joan Vey, uno de los organizadores de la jornada festiva de ayer. Una fiesta, que según Vey, tiene por objetivo «que la gente mayor pueda recordar y los jóvenes puedan conocer y saber de donde venimos y cual es nuestra historia». Esta diada permite también la conservación de las herramientas.

La cosecha de junio y agosto era batre s’era. Un proceso que consiste en separar el grano de la paja. Cuando el cereal está bien seco se coloca en la era para ser capolado. El animal, guiado por un payes, gira alrededor de la era batiéndolo. Una vez separado se usa el propio viento para que se lleve el polvo y dejar al cereal limpio.