El alcalde Monserrat y los regidores Adrover y Acosta.

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Los desmadres en las fiestas postpandemia que se ven por las redes sociales hace que muchos ayuntamientos se organicen con firmeza para evitar situaciones de incivismo y de botellón. En Felanitx, los excesos de los años 2017 y 2018 el día de Sant Agustí hicieron que en el 2019 se replanteara la seguridad y se endureciera la ordenanza de sanciones. La situación mejoró mucho. Ahora, tras dos años de pandemia y restricciones, para este 2022 se preparan toda una serie de medidas para acoger las fiestas de Sant Agustí: la prohibición de conciertos en la vía pública y en los exteriores de los bares. O el control y prohibición del acceso al pueblo con bebidas con la finalidad de hacer botellón.

Este martes, el alcalde, Jaume Monserrat (PI), acompañado de los regidores Pedro Acosta y Sebastià Adrover (PP), presentaron las medidas previstas para la fiesta de este año. «Sólo de la plantilla de Felanitx habrá unos 25 policías en la calle; además hemos vuelto a pedir refuerzos a otras policías locales», comentó Adrover. En 2019 había unos 50 efectivos. Además «la Guardia Civil también montará un amplio dispositivo».

Los bares podrán montar barras para servir en el exterior hasta las 22 horas. La fiesta de la tarde se concentrará en el Parc Municipal con una verbena a partir de las 20 horas para recortar la fiesta de la tarde. Por otra parte, y de acuerdo a la ordenanza aprobada en 2019, las multas por hacer botellón pueden llegar a los 3.000 euros y por realizar actos incívicos como orinar en la calle o romper mobiliario urbano, pueden ser de 750 euros. Desde el Ajuntament piden «civismo» y no tener que limpiar las calles al día siguiente con el sobrecoste que conlleva.