La instalación se completará el próximo domingo en Lluc con una selección muy personal, que combinará escultura (con sus grandes gigantes de piedra en los exteriores) y pintura en los pasillos principales del santuario.
Este domingo, a la inauguración, asistieron los alcaldes de Pollença, Inca, Selva, Escorca y el prior del Santuari de Lluc (Tomeu Cifre, Virgilio Moreno, Joan Rotger, Antoni Solivellas y Marià Gastalver, respectivamente).
Rotger destacó la idea que transmite Bennàssar de que «vivir es convivir». «Lanza este mensaje abriendo camino en una época en la que la soledad nos ha ahogado», dijo.
Las esculturas de Bennàssar estarán en Selva al menos medio año aunque el artista advierte de que esta es una instalación viva que puede experimentar cambios incorporando nuevas obras –por ejemplo, lo hará en Inca en el centro de sa Quartera– o trasladando otras.
El martes a las 20.00 horas, Bennàssar participará en la mesa redonda La función social del arte en Sant Domingo (Inca) junto a Maria Esperança Ramis, Joana Valls y Silvia Prió en el marco del Incart.
Gastalver destacó «la importancia que cobra en tiempos de conflicto esta instalación itinerante que abre camino a la convivencia y a la tolerancia uniendo naturaleza y cultura».
2 comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
Dicen que el arte no tiene fronteras y estas mastodonicas esculturas que parecen sacadas muchas o imitaciones a las de la Isla dePascua ,no reflejan lo que tienen que decir a la gente de a pie, quizás el escultor nos quiere hacer ver cosas que el solo ve,a y otra observación, hay que asegurar bien estas estatuas ,vale más prevenir que curar
Estas esculturas son horrorosas y están saliendo por todo como setas.