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La mayoría de los bares de la Plaça Major de Pollença no abrirán este domingo hasta pasadas las 16:00 horas en protesta por los recortes en la ocupación de las terrazas que ha impuesto el Ajuntament este año.

«Aplican una gran reducción del número de mesas y sillas y lo hacen a mediados de junio, cuando ya tenemos a todo el personal contratado», se quejaba ayer el presidente de los restauradores de Pollença, Pep Bota, uno de los organizadores de la protesta que se hará coincidiendo con el mercado dominical.

La sobre ocupación de la Plaça Major es un problema que planea por el municipio desde hace años. La ordenanza que rige la instalación de mesas y sillas data del año 2002 aunque no se comenzó a aplicar hasta 2004. En la pasada legislatura se introdujeron ciertos cambios a través de la junta de gobierno pero no se solventó la situación.

Reordenación

El nuevo equipo de gobierno municipal (PP-Lliga) ha optado ahora por reordenar la ocupación de la plaza en base a las ordenanzas de 2002. «En función del número de plazas de uso público que figuran en el proyecto de actividades el Ajuntament ha autorizado un número de mesas y sillas (el máximo de ocupación que permite el reglamento, a excepción de dos establecimientos cuya fachada no da a la plaza y que tienen una ocupación algo menor, de 27 cada uno)», explica el alcalde, Bartomeu Cifre.

Las notificaciones de la nueva ocupación comenzaron a llegar este miércoles a los bares y restaurantes y el Ajuntament avisa de que pondrá multas a los que incumplan la normativa.

Se aplica un decreto específico para los días de mercado, en que la ocupación se ve aún más reducida.

El Ajuntament también ha reordenado la ocupación de la Plaça Miquel Capllonch del Port de Pollença, pero allí no ha habido problemas.