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Pesca, artesanía, navegación, cocina moderna... la Fira de la Mar transformó ayer el Moll Vell de Pollença a partir de las once de la mañana.
Exposiciones, venta de productos artesanales, demostración de los oficios del mar, títeres, baile y show cooking son algunas de las apuestas de esta fira de reciente creación (ayer alcanzó su cuarta edición) y que está ya plenamente consolidada dentro del calendario de ferias de la Part Forana. Su secreto, según el alcalde de Pollença, Joan Cerdà, «compaginar la tradición con la modernidad combinando el encanto del Moll vell con los atractivos gastronómicos de la nueva cocina».

«Es una feria sencilla que gusta, nuestra intención no es crear un macroevento, explica Cerdà.
El sábado tarde la feria era ya un hervidero de gente y el éxito se volvió a repetir ayer. A las once de la mañana la música de danza oriental de Hilal atraía a turistas y residentes hasta el recinto poblado de puestos de venta de productos artesanos.